Con una ruta turística a bordo del Tranvía, los 13 adolescentes pertenecientes a la delegación chilena participante en el Latinoamericano de Pequeñas Ligas de Béisbol que se realiza en Maracaibo, recorrieron varios lugares icónicos de la ciudad para conocer sus historias y vivir experiencia llenas de color y calor.
El casco central fue la primera parada del recorrido, donde los jóvenes conocieron el Teatro Baralt, la Casa de la Capitulación y la reconocida Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Juan Urdaneta, director de Turismo de la Alcaldía de Maracaibo y encargado del recorrido, explicó que es todo un honor poder recibir a una delegación de venezolanos que están mostrando su talento y que se prestaron para conocer la historia y cultura de Maracaibo.
El Boulevard e Iglesia de Santa Lucía, fueron otros de los lugares que visitó la delegación, además de apreciar la zona costera de la ciudad desde La Vereda del Lago donde disfrutaron de otras atracciones.
El recorrido culminó en Villa Carmen donde fueron recibidos por la primera dama, Vanessa Linares de Ramírez y el director general de la alcaldía de Maracaibo, Yván Moreno. Allí disfrutaron de una cena especial y de actividades para su recreación como show de magia, presentación de grupos de baile, danza, gaita y una zona de food truck.
Yván Moreno, director general de la Alcaldía de Maracaibo, comentó: “Sabemos que los corazones de estos chamos tienen sentimientos encontrados al pisar nuevamente su país a través de esta oportunidad que les brinda el deporte al cual se dedican. Nos contenta ver como, aún a su corta edad, se dedican a construir futuro a través del deporte, una de las cosas principales para crear disciplina”.
Los jugadores agradecieron de manera emotiva, las atenciones recibidas por parte de la Alcaldía de Maracaibo. “Tenía 6 años en Chile y agradezco mucho esta oportunidad. Me siento muy contento de volver a Venezuela y conocer Maracaibo que me parece una ciudad muy bonita con muchos lugares turísticos y monumentos bien cuidados que reflejan lo religiosa que es su gente”, manifestó Mario Pinto de 12 años, jugador del equipo de Chile.
Asimismo, Omar Azuaje, entrenador del equipo reforzó al decir: “Me parece excelente todo el recorrido. Llevar a los chicos a conocer la ciudad es una buena idea para sacarlos de todo el estrés de la competencia. Todo el tema del torneo les genera además de estrés, cansancio y con esta tarde de recreación ellos se despejan, salen de la rutina de los entrenamientos, del campeonato y regresan más emocionados y motivados para seguir brindando lo mejor de sí”.
Todos los integrantes del equipo chileno son venezolanos, hijos de migrantes nacidos en la zona capital de Venezuela. Cruzaron fronteras pero conservaron su pasión por el béisbol, poniendo gran esmero y dedicación a su deporte hasta llegar a ser representante de un país del cual no son originarios, dejando en alto el nombre de Venezuela.
Por: Nota de Prensa