Aunque Santa Rosa padece de graves problemas de infraestructura, inseguridad y carencia de servicios públicos, muchos niños,con la inocencia que los caracteriza, juegan, corren, bailan en medio de las tablas que en su mayoría están en malas condiciones.
Hablar de este pueblo de agua a orillas del Lago de Maracaibo, es recordar un sitial en la historia contemporánea nacional, pero que durante los últimos años viene sumergido en la violencia y abandono.
En noviembre del año pasado una de las viviendas ubicadas en el urbanismo Villa Paula fue reportada como hundida.
Este poblado de pescadores y cultores era uno de los principales atractivos turísticos de Maracaibo, los vecinos del lugar, quienes prefieren mantenerse en anonimato, aseguran que la delincuencia se se apoderó de la zona, sin embargo, aprovecharon la oportunidad para llamar a las nuevas autoridades regionales y municipales para que recuperen esos espacios.
Aseguran que revivir la belleza del lugar reimpulsará el turismo y tendrá una influencia positiva en el desarrollo económico del sitio que fue llamado por los españoles La Pequeña Venecia y que dio origen al nombre de Venezuela.
Foco Informativo hizo un recorrido en el que observó que de a poco los habitantes de la zona tratan de recuperar los espacios gastronómicos, «con sacrificio», a través de la activación de restaurantes que incluyen actividades musicales.
En cuanto a la seguridad aseveran que entre los mismos pobladores tratan de ayudar a detectar a quienes vienen con malas intenciones con los visitantes, «porque no es conveniente para los negocios», pero pidieron a la Policía que refuercen la zona para que las personas asistan con confianza a disfrutar en familia.
«Nuestro único fin es poder trabajar tranquilos, lograr cambiar el temor de las personas de visitar los palafitos y sacar nuestra familia adelante», indicó uno de los pobladores.
La consigna es la misma entre todas las familias que hacen vida en el poblado: “¡Queremos salir adelante!”.
Texto y Fotos: Lizaura Noriega