Tokio 2020, un desafío más mental que físico
Sam Mikulak estaba furioso. El COVID-19 había alterado totalmente su preparación para la competencia olímpica de gimnasia y, encima de ello, aplazan los Juegos de Tokio 2020 hasta el 2021.
El malestar le duró un tiempo y lo hizo analizar todas las formas en que el perfeccionismo de la gimnasia había afectado el resto de su vida.
“Tuve que replantearme todo, aprender a disfrutar de las imperfecciones”, comentó. “Ahora soy más feliz por ello. Pero fue duro y pasé por momentos feos. La cuarentena fue el único momento en mi vida en el que pude sopesar todo eso”.
En la antesala de los Juegos de Tokio, está claro que para algunos de los mejores deportistas del mundo, llegar a la justa representó un desafío más mental que físico.
El aplazamiento por el COVID-19 alteró una planificació...