Oficialmente arrancó el Plan Escuelitas del Sol de la Alcaldía de Maracaibo, el cual tiene como objetivo dar apoyo integral a los alumnos que forman parte de los programas paralelos de formación en las tareas dirigidas de las comunidades de la capital zuliana.
El programa arrancó en las parroquias Francisco Eugenio Bustamante, Cristo de Aranza e Idelfonso Vásquez en donde fueron seleccionados 10 centros para darle atención a 716 niños. En las próximas semanas se irán integrando el resto de las parroquias de Maracaibo, indicó la directora de Desarrollo Social, Sara Fernández.
Fernández explicó que en esta primera fase los niños se van a beneficiar con el apoyo de un equipo multidisciplinario que permitirá fortalecer las áreas de aprendizaje y de esa forma promover el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.
Cómo próximas parroquias a ser anexadas al programa Raúl Leoni, Venancio Pulgar y Antonio Borjas.
Por su parte, Ruth Pedreañez, directora de Educación y Asuntos Universitarios de la Alcaldía de Maracaibo, expuso que este programa tuvo sus inicios en el mes de febrero con la implementación de un censo en los centros de tareas de dirigidas, el cual permitió identificar las parroquias que presentaban mayor vulnerabilidad y por eso se determinó el arranque formal de las Escuelitas del Sol en estas tres parroquias.
Explicó que el componente educativo será acompañado con la entrega de un nutriente el cual se ha conseguido gracias al apoyo de la empresa privada que se ha sumado con mucho entusiasmo a este programa especial. Mientras que por intermedio del programa de ayuda humanitaria de la ONU se estarán realizando estudios con nutricionistas que identifiquen quienes presentan problemas en esa área y ayudarlos de forma directa.
Agregó que la Alcaldía dispondrá de un psicopedagogo, un psicólogo, un orientador y un educador para fortalecer el proceso enseñanza en estos centros locales. Este equipo además permitirá identificar a niños no escolarizados para insertarlos en el sistema formal de formación.
Por: Edgar Bolívar / Foto: Lizaura Noriega