
Tras aproximadamente cinco meses, ocurrió lo anhelado por muchos, llegaron a sus hogares este 22 de julio, los 35 zulianos que estaban dentro de los 252 venezolanos detenidos en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), en El Salvador.

Las lágrimas de felicidad se hicieron presente en el reencuentro, aquel que muchos vieron lejano, pero que se pudo hacer realidad.
En Maracaibo, sector Cañada Honda, el Callejón de los Belloso se llenó de los colores de la bandera nacional, con los globos que adornaron el lugar, los pitos resonaron y las espumas viajaron por el aire para celebrar la vida, la familia, aquella que volvió a unirse tras la larga agonía.

«Es una nueva oportunidad, porque yo no sabia que iba a salir vivo de ahí, pensé que iba a morir (…) me estaban vinculando con el Tren de Aragua, y yo ni siquiera conozco a esa gente», declaró a Foco Informativo, Alirio Belloso, un marabino al que le decían que pagaría una condena muy extensa, que no regresaría.


Belloso es padre de una niña de ocho años llamada Alicia, la pequeña relató luego de darle un acogedor abrazo a su progenitor, que lo primero que su padre le dijo fue que «más nunca se va a volver a ir».
«Nos maltrataban, nos castigaban por quince días encerrados en un cuarto, y los quince o veinte oficiales que entraban nos golpeaban a uno solo, hasta que nos revelamos dos veces, y nos dispararon. Siempre nos daban arroz con frijoles, de vez en cuando nos dieron una comida diferente, pero era para tomarnos una foto y ya después no las quitaban», dijo, para finalizar con la expresión «estoy más feliz que una lombriz», acompañada de una sonrisa genuina.
La Guardia Nacional fue la autoridad encargada del traslado de cada uno de ellos, quienes compartieron parte de su experiencia. Tal es el caso de David Cabrera, residente de Los Robles. «Ni se imaginan todo lo que nos hicieron, nos torturaron, nos dispararon (…) lo primero que haré es estar con mi familia, con mis hijos, con mi mamá, y a trabajar, a quedarme aquí en el país, a estar tranquilo, no volveré a salir del país, no quiero pasar por lo mismo que pasé», narró.

Cabrera agregó que fue apresado por ser venezolano, inmigrante, y tener tatuajes en su brazo derecho, los que además afirma que son un homenaje a su esposa e hijos.
«Le pedí mucho a mi Diosito»
«Que me amaba mucho, que me había extrañado mucho» respondió con la voz entrecortada, Yajaira Fuenmayor, madre de Alirio Belloso.
La señora Fuenmayor agregó que le pedía a Dios que cuidara a su hijo, y ahora le agradecia por regresarlo a su casa, al lado de sus seres queridos.

«Estoy muy contenta, agradecida con todos (…) Me siento en paz, porque eran momentos en los que esperaba que mi cuerpo colapsara y me quedaba dormida pensando en si él estaba bien, si dormía, si comía o no, pero ahora yo soy la que estará al pendiente de él y sé que va a estar bien», añadió la compañera sentimental por tres años de Belloso.


Con Volveremos de fondo: Reciben a Maikel Moreno
La familia Moreno, con una mezcla de sentimientos y el desbordar de las lágrimas, recibieron al joven Maikel Moreno, así lo dio a conocer Oswaldo Moreno, miembro del comité que defendía la libertad de quienes permanecían detenidos en El Salvador, un padre que soñaba con volver a estrechar a su hijo entre en sus brazos, y ese sueño logró hacerse realidad.
En sintonía con Alirio Belloso, Maikel también le manifestó a su padre el amor que siente por él, siendo esas palabras lo primero que dijo al volverlo a ver.
Moreno fue recibido con la canción Volveremos de fondo, y en compañía de familiares, amigos y vecinos, que festejaron en la calle la llegada del zuliano, quien al bajar del transporte de la GNB, se cubrió con el tricolor venezolano.
Por: Yorgelis Labarca / Fotos: Lizaura Noriega

