
Al igual que más de media Humanidad, que vivía confinada en sus casas por culpa del Covid, María Antonieta Haack recibió su título por videoconferencia. Corría el año 2020, y la misma conexión digital que la mantenía conectada se transformó en el canal que la conectaría con oportunidades globales, iniciando un viaje profesional desde el absoluto anonimato hasta los sets de filmación en Hollywood.
Su inicio en el sector audiovisual se produjo sin contactos en la industria ni estudios formales de cine. Para no aburrirse, pero también para aprender, empezó a producir y editar de manera independiente podcasts en video, lo que le permitió acceder a sus primeras oportunidades en sets comerciales gracias a su constancia y ética de trabajo. Casi sin darse cuenta y de forma aleatoria, María Antonieta fue escalando desde asistir en producciones de bajo presupuesto, hasta que su roce con el mundo artístico le hizo un nombre y se interesaron en su trabajo producciones para artistas como J Balvin, Feid, Daddy Yankee, DJ Khaled, Pharrell o Marc Anthony.
María Antonieta ostenta hoy en su portafolio, y en menos de 5 años, el haber participado en los departamentos de cámara de varias campañas publicitarias para marcas internacionales. Por sus manos han pasado trabajos para firmas como Adidas, Home Depot, el videojuego Fortnite, Neutrógena o State Farm, incluso ha hecho algún comercial para el Super Bowl. El cine era su salto natural, y consiguió embolsillarse tres oportunidades en Hollywood: The Enforcer (2022) con Antonio Banderas, Wish You Were Here (2025) dirigida por Julia Stiles, y la próxima Cash Out 3 (2026) con John Travolta, aún por estrenar.

En una entrevista exclusiva, Haack detalla su desarrollo profesional y objetivos actuales, porque parece que grabar con Messi y Zidane, o el NPR Tiny Desk de Camilo no es suficiente para ella.
Su primer rol en la industria fue como asistente de producción. ¿Cuál fue la decisión detrás de su transición a las cámaras?
MAH: Cuando era asistente, siempre terminaba mirando hacia el departamento de cámara. Me gustaba ver cómo manejaban esos equipos tan complejos y lo importantes que eran para todo lo que se estaba filmando en el set. Me di cuenta de que ahí no servía solo improvisar, que tenías que saber muy bien todo lo que hacías. Como no tenía formación en el área, me puse a estudiar por mi cuenta en internet y a molestar un poco a los que ya estaban dentro del departamento, preguntándoles cosas y mirando por encima de sus hombros. Aprendí mucho probando luego en mi casa, haciendo notas sobre lo que había aprendido luego de un día en el set y viendo películas, identificando los patrones de movimiento, hasta que al final las ganas fueron tantas que el cambiar de departamento fue algo consciente. Quería dedicarme a eso en serio.
Ha trabajado en videos musicales para artistas globales y campañas de grandes marcas. ¿En qué se diferencia esa experiencia de trabajar en una película?}
MAH: Bueno… La base es la misma en todos los trabajos, pero la forma de trabajar cambia un montón. La industria musical va en cámara rápida: todo el mundo está corriendo contra el reloj de una manera no muy organizada y las noches son largas. Con las marcas es diferente: hay que seguir al pie de la letra el plan del cliente y cumplir con todo lo que exige el departamento de marketing, que suele estar encima de ti todo el tiempo. Pero en el cine… El cine es otro nivel: se requiere de mucha más preparación, se rueda por más tiempo y el equipo es enorme con una estructura mucha más definida. Ahí todo el mundo sabe exactamente lo qué tiene que hacer y como. La verdad es que cada experiencia me ha enseñado algo diferente para saber adaptarme y siempre hacer bien mi trabajo, cada locura te enseña algo nuevo.

Has visto de todo: desde sets con Travolta hasta el debut de Julia Stiles. ¿La dinámica cambia cuando el director está dando sus primeros pasos?
MAH: Oye, al final en todos los trabajos lo que importa es ser profesional y ayudar al director y al director de fotografía a sacar su visión adelante, cada set (y cada crew) es un mundo. En The Enforcer todo era superrápido, como hacer tomas express de la ciudad de Miami. Con ‘Wish You Were Here’, como era el debut de Julia Stiles, había mejor vibra, todos estábamos descubriendo cómo iba a ser la película y ella resultó ser un amor y una gran profesional que siempre nos trató con mucho respeto. Ya en Cash Out 3 con John Travolta, era otra cosa: habían protocolos superestrictos dentro de cada departamento y cada quien cumple con su función hasta que todas terminan engranando juntas como una gran máquina. Pero al final, de lo que se trata es de que la visión y la historia queden bien contadas.
¿Cuáles son tus objetivos profesionales? ¿Qué viene ahora?
MAH: La verdad, seguir creciendo dentro del departamento de cámara en proyectos más grandes, de esos que hacen historia en el cine y todo el mundo recuerda. También quisiera usar todo lo que he aprendido en los grandes sets para crear contenido más creativo para marcas donde puedo ser parte no solo de la parte técnica si no también de la parte estratégica. Y bueno, algo que siempre llevo conmigo es ganas de poner en alto el nombre de Venezuela y si está a mi alcance, ayudar a que se les abran mas puertas a las mujeres latinas.
Por: Agencias / Foto: Cortesía

