Hace un par de semanas el periódico New York Times, realizó un foto reportaje acerca de la brecha social que existe en Venezuela, en las fotos se evidencia un contraste de realidades, es decir, pareciera que existieran dos e incluso tres Venezuela.
Encontramos la Venezuela de restaurantes aéreos de 180 dólares por persona, paseos extravagantes bajo el puente General Rafael Urdaneta por 600 dólares, de vehículos de alta gama como Ferrari, Audi. Esa es la Venezuela de la burbuja, es cerrada y para entrar en ese oasis necesariamente debes ser parte del régimen que saquea los bolsillos de los venezolanos o ser parte de su red de enchufados, bien sea como testaferros o sencillamente eres parte de un grupo de “influencers” pagados por el propio régimen para posicionar la narrativa de que el país está mejorando, de que la economía fluye y así vender que “Venezuela se arregló”.
La Venezuela desigual es el bloque más grande que existe en el país, a este pertenecen todos aquellos venezolanos llenos de valores y humilde, que tuvo la oportunidad de graduarse en la universidad y tener un título, en otros casos es un trabajador sencillo que con el sudor de su frente ha sacado adelante a su familia. Bueno, ese venezolano tiene un sueldo mínimo equivalente a cinco dólares, no tiene acceso a los servicios públicos básicos (agua, electricidad, gas), su dieta está compuesta de granos, arepas y pocas proteínas porque su realidad económica no da para más. En este bloque no hay enchufados ni influencers, acá tenemos maestros, obreros, enfermeras, profesores universitarios y pare usted de contar.
Y se abre paso una tercera Venezuela que en los últimos años ha crecido mucho, producto de las pocas o casi nulas oportunidades que existen en el país, esa es la Venezuela migratoria. Hoy está concluyendo el mes de marzo y se ha roto el récord de migrantes que cruzan el infernal tapón del Darién.
Las estadísticas del gobierno panameño aseguran que un aproximado de 75 mil venezolanos han penetrado la selva en lo que va de mes rompiendo el récord del mes de febrero del 2022, esta Venezuela sale de su casa con el sueño de llegar a un país que le abra las puertas y le permita crecer como persona, pero en el camino encuentra riesgos inimaginables que ha cobrado la vida de cientos de ciudadanos bien sea en la selva, en mar abierto, a manos de coyotes en México o en un refugio.
Los tres bloques en lo que hoy está dividido el país son una tragedia y dos de ellos además de ser una pesadilla también representan una esperanza para el futuro de la nación. El bloque de la burbuja representa lo peor, ellos son el saqueo, nuevos ricos que se hicieron de sus fortunas robando las arcas del país y condenando a la inmensa mayoría de los ciudadanos, ellos son lo que deforestan el arco minero, desfalcan PDVSA, traen comida dañada para los venezolanos y permanecerán en la rosca roja hasta que Maduro necesite sacrificarlos.
Los otros dos bloques son los que sufren en carne propia el Socialismo del Siglo XXI, unos dentro de Venezuela, otros afuera de su tierra obligados y otros desterrados, pero indiferentemente dentro o fuera del país nos hemos reinventado, hemos emprendido, nos hemos abierto paso con trabajo, esfuerzo y dignidad.
En muchas partes del mundo nuestros hermanos son reconocidos por sus logros científicos y académicos, otros por abrir pequeños negocios de comida venezolana, muchos no serán titulares de periódicos, pero con su trabajo ayudan a la familia que aún está en Venezuela y se mantienen ellos mismos afuera, este gran grupo de compatriotas, que hoy son más de siete millones, cuando recuperemos la democracia serán el motor que abra las puertas del progreso a nuestro país.
Es completamente necesario que dejemos de lado las divisiones lo que hace falta es reunificar el país, una sola Venezuela con sus diferencias por supuesto, pero no una Venezuela tan desigual como la que tenemos hoy, donde gente muere en una selva y otros comen a 50 metros de altura, y no es que esté en contra de la diversión o el emprendimiento, pero una cosa es el esfuerzo propio para montar una atracción y otra muy diferente montar negocios gracias a la corrupción.
La reunificación de Venezuela viene con un elemento clave, salir de Maduro, sí éste se mantiene en el poder seguiremos transitando en una Venezuela desigual.
Por Ángel Machado