La Guaira tuvo un inicio fulminante en el tercer juego de la Gran Final, primero en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez. La pólvora explotó en los maderos escualos contra el segundo mejor lanzador de la temporada y La Guaira está a un triunfo de sacudirse 38 años sin gloria. Cardenales, para evitarlo, tendrá que hacer lo nunca visto en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
El cardumen castigó a Máximo Castillo con ocho hits (entre ellos cinco extrabases) y seis carreras -todas limpias- en 4.0 entradas para inclinar la balanza hacia el triunfo 7-5 en Barquisimeto, para de esa manera tomar ventaja 3-0 en la serie por el gallardete. El viernes, tras una jornada de descanso, buscarán completar el anhelado camino de regreso al título.
Aunque como ha sido habitual a lo largo de las casi cuatro décadas de sequía, la dulce victoria de este jueves no fue ajena al dramatismo. Los escualos contuvieron un intento de remontada de la bandada escarlata durante el último tercio del encuentro, que incluyó la carrera de dejar en el terreno en circulación, en el último turno de la velada.
En definitiva, Arnaldo Hernández prevaleció con un largo salvado de 34 envíos y así, el temprano despliegue de los litoralenses terminó de consumarse.
La tropa litoralense atacó en la segunda entrada al abridor de Lara con tres dobles, el último de ellos de Brayan Rocchio para bautizar la pizarra 2-0.
En el tercero, el son cubano superó el tamunangue que se hizo escuchar desde la práctica de bateo de los escualos, antes del compromiso. Yasiel Puig conectó un jonrón de 406 pies de distancia por el jardín central del amplio feudo barquisimetano, con una velocidad de salida de 91,7 millas por hora, de acuerdo con FlightScope.
“Sabía que me estaba enfrentando a un gran lanzador. Me he enfrentado a él en varias oportunidades y me había dominado con su combinación de sinker y slider, precisamente estaba esperando ese slider”, dijo el antillano a LVBP.com, tras el último out. “Estoy llegando al cajón de bateo con la mentalidad de encontrar un pitcheo para producir con mi bate, y encontré ese pitcheo hacia afuera. Me quedé de la mejor forma para dirigir esa bola hacia el medio del terreno y salió ese jonrón”.
Puig terminó siendo la figura ofensiva del duelo, yéndose de 5-3 con ese par de empujadas e igual cantidad de anotadas. Fue el complemento ideal para la labor del debutante dominicano Emiliano Vargas, quien abrió por la visita, transitó 6.0 episodios de sólo dos carreras limpias, erigiéndose como el pitcher ganador, esforzándose al máximo con 102 lanzamientos.
Ante el quisqueyano, Lara dio una primera señal de empuje al cierre del tercero, con un triple de Ildemaro Vargas seguido de un sencillo de Jermaine Palacios para quitar el cero del marcador.
No obstante, La Guaira construyó un racimo de tres anotaciones en el quinto tramo que silenció el parque crepuscular. Alcides Escobar disparó un tubey hacia el jardín derecho con el que llegó hasta la goma debido a impresiones defensivas de los de casa. Un error en tiro de Hernán Pérez y luego otro disparo que no pudo dominar Carlos Narváez en la goma, aumentó la diferencia 6-1. De inmediato, Harold Ramírez pasó por la goma para coronar el rally, tras otra pifia del parador en corto Jermaine Palacios.
Cardenales inició su intentona de golpe de estado en el séptimo, con un triple de Gorkys Hernández, seguido de un sencillo de Odúbel Herrera, que despidió al iniciador Vargas y le cedió el testigo a Anthony Castro. Luego de que otorgara boleto a Carlos Narváez, el apagafuego se reencontró con la versión que le llevó a ser el Cerrador del Año la campaña pasada, al ponchar a los siguientes tres rivales.
“Mantuve la mente fuerte en ese momento y puse en práctica todo lo que hice cuando estaba en el taxi squad. No le presté atención a la bulla, ni a lo que estaba ocurriendo en el estadio”, mencionó Castro a Efraín Zavarce para IVC Networks. “Estoy muy orgulloso de mí mismo por hacer mi debut en una final. No me rendí, nunca bajé los brazos. Se siente muy bien ayudar al equipo que confió en ti”.
Jesús Pirela asumió la responsabilidad en el octavo, y tras recibir imparable consecutivos de Hernán Pérez, Ángel Reyes (doble) y Gorkys Hernández vio acercarse a los locales 7-4, y terminada su actuación. Tiago Da Silva tuvo que venir en auxilio para sacar los últimos dos outs del tramo.
Sin embargo, aún faltaba el momento cumbre. En el noveno, Arnaldo Hernández dominó a Ildemaro Vargas como primer bateador, y después admitió tres sencillos en fila que dejaron cifras definitivas al compromiso. Ángel Reyes fallaría con elevado a la izquierda, pero Gorkys Hernández negociaría boleto para congestionar las bases y dejarle el turno a Odúbel Herrera.
Tras dos swings fallidos, rodaría por la segunda, para bajar el telón de la vibrante noche.
Por: Prensa LVBP