El sector de los empleados virtuales, aquellos creados con Inteligencia Artificial, animación y sonido, está en auge. Principalmente en China, donde la industria está valorada en más de 400 millones de euros (en su previsión para 2025). Es tanto su crecimiento, que Baidu –empresa tecnológica local– ha invertido en esfuerzos tecnológicos para alimentar un negocio que podrá crecer un 50 % de aquí a dos años. Sus personas o empleados virtuales, conocidas por los vídeos musicales, ahora están cotizados entre los 2.600 euros, hasta los 15.000 por año. ¿Es mucho? No si tenemos en cuenta que muchos de ellos están sustituyendo a los humanos según reseña la pagina Hipertextual.
Los empleados virtuales son, a ojos de Baidu, el activo laboral más importante de aquí a los próximos años. Uno que tiene las intención de salir de las fronteras de la región y empezar a conquistar los negocios de occidente de aquí a unos años. China lo sabe y desde agosto de este mismo año, Pekín ha invertido millones de euros en animar la industria que creará a los empleados del futuro. Especialmente para crear y encontrar startups que estén desarrollando tecnología y aplicaciones para este nuevo sector tecnológico.
¿Para todos los sectores? Aún como industria incipiente, los puestos de trabajo más comprometidos pasan por los servicios de atención al cliente –muchos vinculados al sector financiero–, medios de comunicación, así como la industria del espectáculo. A largo plazo, y con un ahorro de costes del 80 % desde el año pasado por la mejora de la tecnología necesaria para estos trabajadores virtuales, los costes serán mucho mejores que mantener a un empleado humano.
Los trabajadores virtuales no tienen problemas con Hacienda
Ya en 2004 comenzaban las primeras experiencias para crear cantantes virtuales en Asia con el programa Vocaloid de Yamaha. Tuvieron que pasar los años, para que surgiesen las hordas de fans en 2018, principalmente en Japón. Meiko, Kaito y los mellizos Ren y Lin Kagamine fueron los primeros en generar millones con música cantada por un artista inexistente. Fue con Hatsune Miku, la Madonna virtual, la que hizo explotar toda una industria.
También poner sobre la mesa un debate importante. ¿Eran estos cantantes virtuales el futuro de la música? ¿Serían capaces de sustituir a los grupos tradicionales? Y más allá de la industria del espectáculo: ¿podrían los trabajadores virtuales ser una realidad en algún momento? Aun sin respuestas absolutas a michas de estas preguntas, lo cierto es que se están dando pasos para alcanzar esa idea.
por:Agencia