domingo, junio 2

Reuters: El hongo del banano puede empeorar la crisis alimentaria en Venezuela

Un hongo resistente que marchita las plantas de banano y plátano e infecta el suelo podría empeorar la crisis alimentaria en Venezuela, donde 6,5 millones de personas ya padecen hambre, dicen grupos de productores y una agencia de Naciones Unidas.

El hongo Fusarium tropical, raza cuatro, fue localizado hasta el momento en los estados centrales de Aragua, Carabobo y Cojedes.

El Instituto Nacional de Sanidad Agropecuaria de Venezuela detectó oficialmente el fusarium en enero, pero los productores y otros expertos dicen que hay evidencia del hongo durante años y temen que pueda propagarse rápidamente.

«Alrededor del 15 por ciento de mis bananos están afectados», indicó en una entrevista telefónica el agricultor Tomás Malavé, de 46 años, quien tiene dos mil 200 plantas en su área de cultivo de banano de una hectárea en Aragua.

Malave dijo que probó varios remedios a lo largo de los años, sin saber exactamente qué estaba afectando a sus plantas.

“Lamentablemente vi esta enfermedad hace años, pero recién este año las instituciones determinaron la causa”, comentó Malavé.

Su vecino Gregory Gamboa, de 49 años, vio marchitarse la mayoría de sus plantas de banano hace varios años y ahora cultiva otros cultivos.

«Lo intentamos todo, pero perdimos el banano», destacó Gamboa.

Venezuela está lidiando con una crisis económica de larga duración y poco menos del 23 por ciento de la población sufre hambre, según un informe del año pasado de las Naciones Unidas.

La inflación anual fue de un asombroso 471 por ciento en abril, según el Observatorio Venezolano de Finanzas independiente.

Las familias que luchan por comprar alimentos dependen tanto de las bananas como de los plátanos; un kilo de cualquiera de estas frutas generalmente cuesta entre uno y dos dólares.

El salario mínimo mensual equivale a solo cinco dólares y muchas familias dependen de las cajas de alimentos del Gobierno o de las remesas de familiares en el extranjero.

Energía e ingresos

Para los pequeños agricultores, las bananas y los plátanos son tanto una fuente de energía, carbohidratos y azúcar como una fuente de ingresos, subrayó Alexis Bonte, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en Venezuela.

“Si la gente no tiene su banano, no tiene una fuente de energía y no tiene dinero para comprar esa energía de otras fuentes, entonces es un doble castigo”, destacó Bonte.

El hongo, que seca gradualmente las plantas y se esparce por el suelo infectado, afecta hasta el momento a unas 150 hectáreas ya unos mil pequeños productores, destacó.

La única forma de erradicar el fusarium es arrancar las plantas y sembrar otros cultivos como maíz o granos que no sean susceptibles al hongo, dice la FAO. Fusarium no daña a los humanos.

No está claro cómo el fusarium, detectado en la vecina Colombia hace tres años y en Perú el año pasado, llegó a Venezuela, pero podría haber llegado a través de una planta contaminada, un camión o incluso en el calzado.

Hay unas 28 mil hectáreas sembradas de plátano y unas 32 mil de banano en Venezuela, explicó Saúl López, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, quien advirtió en 2019 que era probable que llegara el hongo e instó al Gobierno a aplicar controles sanitarios.

El Estado prohibió el transporte de semillas entre los tres estados donde se ha detectado fusarium, según asociaciones de cultivadores.
Pero los productores dijeron que los camiones y los trabajadores deben ser lavados y que se necesitan más controles en la frontera con Colombia.

Ni el Ministerio de Información ni el Ministerio de Agricultura respondieron a las solicitudes de comentarios.

El hongo aún no es detectado en el estado productor de banano y plátano más grande de Venezuela, Zulia, que tiene alrededor de 10 mil hectáreas de cultivos, según la asociación de promoción del plátano Fumplaven.

“Aquí todo el mundo le tiene miedo al hongo porque va a acabar con todo”, dijo el productor zuliano Domingo Mora, de 36 años. “Tener el hongo significaría más hambre y más pérdidas de las que ya tenemos”.

Por: Agencias / Foto: Cortesía