viernes, mayo 17

“Pregunta a OpenAI” en vez de “búscalo en Google”: ChatGPT puede cambiar (o no) como buscamos en internet

 

“¿Crees que algún momento [ChatGPT] sustituirás o podrás competir con el buscador de Google?”. Esa pregunta es la que nos hacemos en este artículo y, también, se la hemos querido preguntar al propio chat recién lanzado por OpenAI. Por curiosidad y por cortesía, no vaya a ser que con los años se vuelva más inteligente y se acuerde del que escribe estas líneas.

El lanzamiento hace unos días de ChatGPT, el nuevo producto de OpenAI, ha llenado Twitter y otras redes sociales de bocas abiertas. Hasta ahora habíamos visto cómo herramientas generativas eran aplicadas a la imagen con Dall-E o Midjourney, mientras el campo del texto estaba también sorprendiendo para aquellos que habían empezado a experimentar con él. Pero la llegada de este nuevo chat, abierto a todo el mundo, parece haber conseguido una sensación común de sorpresa.

En caso de que aún no hayas oído hablar de ChatGPT, se trata básicamente de una implementación de su nueva tecnología de generación de lenguaje natural GPT-3.5, pero planteada de tal forma que puedes chatear con ella en un navegador web como si estuvieras hablando con un colega o interactuando con un agente de atención al cliente en una web.

Ah, y con la diferencia de que ahora está abierta a la experimentación de todo el mundo. Quizá la mejor forma de entrenarla de forma masiva.

Así, hemos visto a personas poniendo a prueba sus capacidades lógicas, pedirle que resolviera problemas matemáticos, programadores preguntándole soluciones de código y otras peticiones que intentaban poner a prueba si tenía algún sesgo moral.

La voz del chat, siempre con un tono educado, sale al paso de todo y responde de forma impresionante y muy sintetizada en la mayoría de ocasiones. Algo que ha hecho que también haya surgido la pregunta general con la que empezábamos estas líneas:

¿Puede estar vislumbrando Google por primera vez un competidor?

Google y su buscador han sido los padres y dominadores de la forma en la que consumimos información en internet en las últimas dos décadas. Su cuota de mercado es absoluta, a pesar de que rivales importantes como Microsoft con Bing y alternativas más modernas —DuckDuckGo, por ejemplo— han intentado hacerle frente.

En torno a esta hegemonía se ha configurado una forma de monetizar y hacer negocio en internet:posicionarse primero para responder en las respuestas de Google. Los medios viven de Google en gran medida, millones de empresas en todo el mundo también, igual número de profesionales… Y el buscador también ha sido la punta de lanza de la pata del mercado de la publicidad online que hasta ahora se ha estado repartiendo con Meta, la antigua Facebook.

Sin embargo, ChatGPT ofrece para muchas preguntas un mecanismo de búsqueda de información y resolución de dudas que parece más natural: el modelo de pregunta-respuesta que nos viene desde Sócrates.

Aquí puedes ver un ejemplo comparativo entre los resultados de Google y ChatGPT a una pregunta sobre la Teoría de Cuerdas:

¿Es tan asombroso? ¿Google tiene entonces las horas contadas? Para responder con algo más de enjundia hemos preguntado a Juan González Villa, consultor SEO y autor de USEO, uno de los blogs de referencia en el sector del posicionamiento web.

González es conocido por los análisis que hace de las novedades y patentes con las que Google va trabajando para modificar el algoritmo de su buscador. Él nos comenta las principales limitaciones que sigue teniendo a día de hoy de forma clara ChatGPTsobre Google o cualquier buscador: la falta de conexión a internet y que su aprendizaje se base en un dataset que de momento llega solo hasta 2021, lo que lo hace inútil para informarse de noticias o aspectos de última hora.

Además, hoy por hoy tampoco cita fuente alguna, ni por lo tanto enlaza, ya que no cuenta con un índice de webs como sí tiene Google. Esto no es baladí, puesto que en los muchos experimentos de estos días también se ha comprobado que ChatGPT3 se equivoca y da información errónea.

Pero, ¿está viendo esto venir Google? Por supuesto que sí. González nos explica que Google no está al margen ni mucho menos de las IA, pero que de momento parece estar siendo cauteloso con su implantación:

En Google llevan al menos desde 2018 trabajando con tecnologías similares a GPT3. BERT, presentado en 2018, ya fue un avance enorme dentro del campo, y en 2021 presentaron MUM, según ellos 1.000 veces más potente que BERT. Si quisieran, creo que podrían integrar en su buscador algo como ChatGPT, al menos igual de rápido que Microsoft y OpenAI. Lo que no tengo claro es si en Google realmente «quieren».

Creo que se van a enfrentar al clásico dilema de la disrupción. Un modelo de buscador más conversacional, y que no necesita derivar a webs de terceros, ¿se podría monetizar igual que el actual Google? Porque los ingresos de publicidad dependen ante todo de que los usuarios hagan muchos clics en los resultados.

Si le ofreces la respuesta sin necesidad de clic, meter anuncios pasaría a ser más una distracción que ese tipo de resultados de pago «relevantes» que han sido la razón del éxito del modelo publicitario de Google. Por esta y otras razones (que se pueden resumir en «lo que ya funciona bien, no se toca») creo que va a haber bastante resistencia interna e indecisión por parte de Google – circunstancia que podrían aprovechar Microsoft y OpenAI (tienen mucho menos que perder) para llegar antes al mercado con un buscador basado en modelos de lenguaje.

Juan González, Consultor SEO

Hay otro aspecto importante y es que hasta ahora la inmensa mayoría de webs del mundodesean recibir tráfico de Google, aparecer en sus primeras posiciones si es posible. Con el formato que plantea ChatGPT, las citas desaparecen y la referencia al contenido del que obtiene información, también.

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