La organización Acción contra el Hambre inició una respuesta humanitaria en la selvática región del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, una de las rutas más utilizadas y peligrosas en la travesía de los migrantes en su viaje hacia Estados Unidos, centrada en madres gestantes, lactantes, así como a niños y niñas menores de 10 años.
El trabajo de Acción contra el Hambre se concentra en la prestación de atención en salud materno-infantil mediante brigadas móviles compuestas por personal médico y nutricionistas, informó la organización este miércoles en un comunicado, reseñó EFE.
El trabajo de las brigadas móviles de Acción contra el Hambre, desplegado desde septiembre, se ha centrado en identificar a madres gestantes con bajo peso para la edad gestacional, niños en riesgo de desnutrición, y la prevalencia de infecciones respiratorias y problemas cutáneos.
“Hemos identificado a niños y niñas con desnutrición crónica, otros en riesgo, con retraso en la talla y también con deficiencias en micronutrientes (hambre oculta)“, comenta la doctora Angélica, médica del equipo de Acción contra el Hambre.
Según el Servicio Nacional de Migración de Panamá, casi 350.000 personas entraron al país de manera irregular a través de la selva del Darién hasta el verano, una cifra que supone un aumento significativo en el flujo de migrantes, ya que son casi 100.000 personas más que en todo 2022.
“Nuestro enfoque prioritario es brindar asistencia a la población migrante que se enfrenta a las mayores vulnerabilidades, incluyendo a madres gestantes, lactantes, así como a niños y niñas menores de 10 años“, explicó el director país en Colombia de Acción contra el Hambre, John Orlando.
“Enfrentarnos a este contexto es un reto”, agregó la doctora: “Hemos identificado a niños y niñas con enfermedades respiratorias y es un riesgo adicional que crucen la selva en estas condiciones, ya que la humedad y la exigencia física empeorarán sin lugar a duda sus condiciones de salud“, explicó.
Por Agencia