Al menos 11 personas murieron, incluidos tres niños, en la explosión de una bomba caminera al paso de una camioneta en la que viajaban civiles en el noroeste de Afganistán, según dijo el domingo un funcionario afgano.
La onda expansiva arrojó la camioneta a un valle el sábado, dijo el gobernador provincial de Badghis, Hesamuddin Shams. Los rescatistas seguían buscando cuerpos en el valle, añadió.
Nadie reclamó el ataque en un primer momento, aunque el gobierno provincial acusó al Talibán de colocar la bomba para atacar a las fuerzas de seguridad. El Talibán no hizo comentarios en un primer momento.
Tras años de guerra, buena parte de Afganistán está salpicada de bombas y minas terrestres. Muchas fueron colocadas por insurgentes para atacar caravanas militares del gobierno, pero a menudo matan a civiles en su lugar.
Naciones Unidas ha reclamado varias veces tanto a las fuerzas del gobierno como al Talibán que tomen más precauciones para proteger a los civiles. En los primeros tres meses de este año, 1.783 civiles murieron o resultaron heridos en Afganistán, según la delegación de Naciones Unidas, un aumento del 29% respecto al mismo periodo del año anterior.
El enviado de paz de Estados Unidos a Afganistán, Zalmay Khalilzad, y una delegación del Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa viajaban el domingo a la región para iniciar una nueva ronda de conversaciones entre el Talibán y el gobierno. Tenían previsto reunirse en Kabul y en Doha, Qatar, para instar a ambas partes a alcanzar un acuerdo político.
Las negociaciones entre representantes afganos y del Talibán comenzaron el pasado septiembre en Doha y continuaron este año. Pero el Talibán anunció el 13 de abril que no participaría en ninguna conferencia para decidir el futuro de Afganistán hasta que todas las tropas extranjeras hayan abandonado el país.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había anunciado el día anterior que todas las tropas estadounidenses se habrían marchado para el 11 de septiembre.
Por otra parte, las autoridades en la provincia norteña de Faryab dijeron el domingo que el distrito de Qaisar había caído ante combatientes talibanes tras semanas de combates.
El jefe del consejo provincial, Mohammad Tahir Rahmani, dijo a The Associated Press que el jefe de la policía provincial, Saifulrahman, había muerto en los combates, al igual que otros siete agentes de policía. Como muchos afganos, Saifulrahman sólo utilizaba un nombre.
Los policías se resistían en el cuartel de policía cuando el distrito ya había caído, dijo Rahmani. El Talibán tomó como rehenes a 37 policías.
Los combatientes talibanes también tomaron el principal mercado del distrito y la oficina municipal, indicó un agente de la policía provincial que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con los medios.
El Talibán no hizo comentarios en un primer momento sobre la toma del distrito de Qaisar, pero tanto los insurgentes como el gobierno afgano han aumentado sus enfrentamientos.
También el domingo, tres personas que viajaban en un auto civil resultaron heridas por la explosión de una bomba caminera en el este de Kabul, según el portavoz policial Ferdaws Faramarz. AP
Por Agencia