El presidente del Movimiento de los No Alineados y jefe de Estado de Azerbaiyán, Ilhan Aliyev, pidió este lunes más igualdad en el reparto mundial de las vacunas contra la COVID-19, tras denunciar «el nacionalismo de algunos países» que impiden avanzar en este campo.
«La disparidad de las vacunas es muy grande», dijo Aliyev al inaugurar por video una conferencia que se celebra hoy en Belgrado para conmemorar el 60 aniversario de la creación del Movimiento de los No Alineados.
Tras recordar que unos pocos países ricos acumulan los fármacos, Aliyev, pidió más ayuda al resto del mundo en la lucha contra la pandemia. Recordó que el Movimiento de los No Alineados es un ejemplo de multilateralismo que agrupa a 120 países del mundo con diferentes políticas, historia y culturas.
También el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dirigió de forma virtual al foro, en una alocución en la que destacó la contribución solidaria de los países no alineados han ayudado en la lucha contra la COVID-19.
«Deseamos ver un alto porcentaje de vacunación entre los ciudadanos de todos los países. Es importante que la estrategia que tenemos se vuelva realidad», dijo tras defender un plan mundial para salvar vidas.
«La idea principal en torno a la que se reunieron nuestros antecesores cuando fundaron el Movimiento fue la paz. La paz es la base de cada cooperación, política o económica», dijo por su parte el presidente serbio, Aleksandar Vucic, quien presentó su país como «promotor del multilateralismo y el respeto de las normas internacionales».
Vucic subrayó que su país, si bien está en la senda para ingresar en la Unión Europea (UE), también busca reforzar las relaciones con sus amigos tradicionales de Asia, África y América Latina,
Delegaciones de más de cien países se reúnen hoy y el martes en Belgrado para conmemorar su cumbre fundacional en 1961 en la misma ciudad, entonces capital de Yugoslavia, en la que participaron 25 Estados.
Hoy la organización tiene 120 países miembros -dos tercios de todas las naciones del mundo- y 17 observadores, entre ellos Serbia, así como Rusia, que, admitida como observador hace un año, acude por primera vez a la reunión.
El movimiento se fundó como una «tercera vía», una alternativa a los dos bloques antagonistas en el que estaba dividido el mundo durante la Guerra Fría. Entre sus principales objetivos fueron también la liberación colonial y la disminución de la brecha entre ricos y pobres.
Por: Agencia