Horst Eckel era el último integrante con vida de esa selección, artífice del llamado «Milagro de Berna» con que la Mannschaft alemana se impuso contra pronóstico frente a Hungría.
Eckel vistió en 32 partidos la camiseta nacional y disputó seis encuentros en campeonatos mundiales. Logró, además, 64 golpes para su equipo de toda la vida, el Kaiserlautern, con el que fue dos veces campeón alemán (en 1951 y 1953), reseña el portal DW.
Vivía retirado y entregado a diversas actividades sociales.
En 2004 recibió la Cruz del Mérito, la máxima distinción de la República Federal de Alemania (RFA), coincidiendo con el 50 aniversario de la histórica final del mundial disputada en la ciudad suiza de Berna.
Por Agencia