martes, noviembre 5

Mario Moronta: Sabemos que los políticos están divorciados del pueblo

Mario Moronta pidió ponerse en el lugar de los beneficiados por "indulto"

Para el Obispo de San Cristóbal, la crisis venezolana no se resolverá con elecciones si antes no hay un encuentro en el que participen todos los actores de la sociedad, incluyendo al pueblo. El régimen y el gobierno legítimo deben escuchar las necesidades de la gente. Así lo reseñó La Prensa Táchira.

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Mario Moronta, hace una contundente recomendación a los representantes del Gobierno y la oposición, el primer paso que deben dar el señor Maduro y el señor Guaidó, es convocar a un encuentro a los representantes de todos los sectores del país a escucharse, no a discutir, solo a escucharnos. También pide que cualquier encuentro se haga en Venezuela.

Respecto a la situación de la frontera colombo- venezolana, asegura que lamentablemente con el cierre de los puentes internacionales se está promoviendo una cultura de la ilegalidad. Afirma que así como Colombia tuvo un gesto de buena voluntad al abrir los pasos, Venezuela debe hacer lo propio, y lo ideal sería retirar los containers.

Moronta hizo un llamado a las autoridades a no politizar el proceso de vacunación y a fortalecer el sistema de salud en beneficio de los ciudadanos. Asimismo, pide que los especialistas controlen la distribución de las vacunas, y ante las denuncias de corrupción en este proceso, dijo: «Es inmoral vender las vacunas».

Hay una nueva propuesta de diálogo ¿Qué opina de este nuevo puente que se lanza para lograr la salida a la crisis venezolana?

Primero tiene que haber un encuentro y eso significa ponerse de acuerdo en determinar cuáles son las coincidencias y diferencias. El encuentro no puede ser sólo entre los políticos, porque sabemos muy bien que los políticos están divorciados del pueblo.

Tienen que incluir en ese posible encuentro a los responsables de los gremios, academias, universidades, representantes de la Iglesia y otros grupos religiosos, empresarios, gremios, estudiantes y todos quienes puedan participar. No es necesario ir a México, Santo Domingo u otro país para encontrarnos, eso significa más gastos y que es necesario que el diálogo sea afuera, porque aquí no somos capaces de encontrarnos.

Es una oportunidad maravillosa para demostrar que tenemos un cambio de actitud. Si esto no se hace así, la palabra diálogo se convertirá en una palabra más fea que la peor de todas las groserías. Se debe garantizar que la persona que diga cosas contrarias a las ideas del otro, no serán perseguidas, maltratadas ni despreciadas.

 

Por Agencia