Los suizos votaron este domingo en referendo a favor del objetivo de la neutralidad carbono en 2050, en un país que acusa el impacto del calentamiento global en el deshielo de sus glaciares.
Las primeras estimaciones del instituto gfs.bern indican que 58 % de los votantes se pronunciaron a favor de la nueva ley, que obligará al país alpino a reducir drásticamente su dependencia de la importación de petróleo y gas.
La nueva norma también implica apostar por el desarrollo de alternativas más ecológicas y de producción propia.
En un segundo referendo, los ciudadanos también respaldaron en un 79 % instaurar un impuesto del 15 % a las grandes empresas multinacionales, según los primeros sondeos a pie de urna.
Las últimas encuestas habían reflejado un fuerte apoyo a la propuesta sobre la neutralidad carbono, a pesar de las advertencias del derechista Partido Popular Suizo (UDC) de que esa ley podría dañar a la economía.
Los defensores de la «Ley Federal Sobre Metas de Protección Climática, Innovación y Fortalecimiento de la Seguridad Energética» sostuvieron en cambio que la legislación era necesaria para garantizar la seguridad energética.
También argumentaron que ayudaría a abordar el impacto del cambio climático, evidenciado por el dramático deshielo de los glaciares de los Alpes suizos, que han perdido un tercio de su volumen entre 2001 y 2022.
Alternativas al petróleo y el gas
Suiza importa alrededor de tres cuartas partes de su energía, incluido todo su petróleo y gas natural.
En un primer momento, los activistas climáticos presionaron por una prohibición total del consumo de petróleo y gas para 2050 en Suiza.
Pero el gobierno elaboró una contrapuesta que descartó esa prohibición e incluyó algunos elementos de la iniciativa original.
Concretamente, el texto propone un apoyo financiero de 2.000 millones de francos suizos (USD 2.200 millones) durante una década para promover la sustitución de la calefacción a gas o petróleo con alternativas amigables con el clima, así como ayuda para que las empresas avancen hacia innovaciones verdes.
Casi todos los grandes partidos apoyaron el proyecto, con excepción del UDC, el mayor del país.
La agrupación aseguró que la meta de alcanzar la neutralidad carbono para 2050 implicaría una prohibición de los combustibles fósiles, que a su juicio pondría en riesgo el acceso energético y encarecería la electricidad.
El líder del UDC, Marco Chiesa, calificó el proyecto de «utópico» y advirtió que no tendría «ningún impacto» en el clima mundial.
El partido ha tenido éxito en el pasado promoviendo este tipo de mensajes.
En 2021 logró impedir la aprobación de una ley que habría reducido las emisiones de gases causantes del calentamiento global.
Pero los observadores advirtieron de que convencer a los ciudadanos sería esta vez más difícil, ante los esfuerzos emprendidos por la población para reducir su dependencia de fuentes energéticas foráneas tras la invasión rusa de Ucrania.
Impuestos corporativos
Los suizos también votaron el domingo sobre un aumento en el impuesto a las grandes empresas.
La nueva legislación permite modificar la constitución para que Suiza sea parte de un acuerdo internacional encabezado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El pacto busca introducir una tasa global mínima de 15 % a las corporaciones multinacionales.
La idea consiste en imponer el nuevo impuesto a todas las empresas radicadas en Suiza que facturen más de 800 millones de dólares al año.
Hasta ahora, muchos de los 26 cantones suizos tienen algunas de las tasas de impuestos corporativos más bajas del mundo, que consideraban necesarias para atraer empresas dados los altos salarios en el país.
El gobierno suizo calcula que los ingresos de este nuevo impuesto generará de 1.000 millones a 2.500 millones de francos en el primer año.
Por: Agencia