lunes, julio 1

Los niños viven una gran aventura en la Escuela de Patineta de la Zona Oeste (Fotos)

Hoy en día son pocos los niños que viven sus aventuras en la Escuela de Patineta de la Zona Oeste del municipio Maracaibo, pero sus creadores aspiran crecer.

La escuela comparte unos espacios que no son propios con otras disciplinas que se abren al interés de niños y jóvenes como el frisbi y el parkour en el Complejo Deportivo Cuatricentenario, ubicado en la populosa urbanización Raúl Leoni.

Uno de los pilares de la escuela es Adriano Coronado que junto a su hermano Alfredo y unos «panas» transmiten sus conocimientos al grupo de niños entusiastas que se suman con muchas ganas a desafiar el equilibrio sobre patinetas «prestadas».

Es que la Escuela, iniciada en el año 2019 con tres alumnos, se paralizó cuando arrancó la pandemia y apenas en febrero de este año y ya tiene  varios participantes.

En Cuatricentenario apenas ruedan en la cancha de baloncesto y pueden practicar los trucos en los pocos elementos que han conseguido como un riel, unos conos y en las gradas de cemento.

Aun así, los pequeños viven plenamente cada avance que tienen montados en esa tabla con cuatro ruedas.

Los días programados para las clases son miércoles, viernes y sábados a partir de las 5.00 de la tarde hasta que se oculta el sol porque la cancha carece de iluminación artificial.

Además, de enseñar como montar una patineta, la escuela instruye la confianza de creer en ellos, que los éxitos implican un sacrificio y constancia. Al final es lo más importante y al celebrarse hoy el Día del Niño en Venezuela los creadores destacan la importancia de mantener feliz a los pequeños.

Adriano intenta transmitir el amor y la pasión que siente por la patineta a los pupilos cuyas edades oscilan entre los 8 y 13 años. El mensaje de Coronado ha calado porque desean que las clases sean diarias, pero resulta imposible. Los niños deben descansar a pesar del ímpetu por querer darle a la patineta todos los días.

Adriano y sus compañeros de enseñanza se sienten emocionados por el interés despertado en los pequeños, porque saben que están continuando una práctica deportiva que ahora revive con esta generación.

Recuerda Coronado que los muchachos que practicaron con él se han ido del país y el grupo que se mantiene acá está disperso por la misma situación país y por ello el interés de consolidar la escuela en el oeste de la capital zuliana.

El trabajo formativo que realizan actualmente es con las uñas, pero ya mucha gente ha visto la labor a través de las redes sociales están aportando ya sea implementos o tablas de segunda mano que están guardadas y deben ser adecuadas para la enseñanza.

El disfrute, diversión, responsabilidad y entusiasmo que imparten a los más pequeños de la casa los motiva día a día y mantiene intacto el sueño de hacer crecer más la escuela que le da un momento feliz a los niños.

Por: Edgar Bolívar / Fotos: Lizaura Noriega 

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