viernes, diciembre 26

Latinos denuncian que el ICE usa perfiles raciales para detener a ciudadanos estadounidenses

Andrea Vélez, diseñadora de marketing de 32 años, fue detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por las siglas en inglés) el 24 de junio cuando iba a su trabajo en el centro de Los Ángeles.

El 12 de junio, Brian Gavidia, 29 años, trabajaba en un depósito de remolques en Montebello, California, cuando fue asaltado e inmovilizado por oficiales del ICE, reseñó El País.

Poco más de una semana antes, Elzon Lemus, electricista de 23 años, fue parado y sacado de su coche y esposado cuando se dirigía a su trabajo en Nassau, Nueva York. Además de compartir la experiencia de ser detenidos por agentes migratorios, los tres tienen algo en común que ha elevado a otro nivel superior la polémica por las redadas de inmigración: son ciudadanos estadounidenses de origen latino. El ICE no tiene ninguna autoridad para detenerlos.

“Ahora que el ICE tiene que cumplir con cuotas de arrestos arbitrarios más altas que nunca, veremos cada vez más casos como estos”, afirma Naureen Shah, directora de Asuntos Gubernamentales de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). “El problema es que incluso cuando las personas dicen ser ciudadanos estadounidenses y demuestran que lo son, todavía hemos visto casos en los que se encuentran detenidos”, apunta Shah.

¿Funcionarios del ICE pueden practicar detenciones?

Bajo la Cuarta Enmienda de la Constitución, los estadounidenses están protegidos de registros aleatorios a menos que las fuerzas del orden tengan causa probable para creer que están involucrados en actividades delictivas. Y en el caso del ICE, no pueden legalmente detener a un ciudadano puesto que sus competencias están reguladas en materia de inmigración, según la legislación federal.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a cargo del ICE, ha rechazado la acusación de estar discriminando por raza o etnia en sus operativos. “Cualquier afirmación de que las fuerzas del orden han atacado a personas por su color de piel es repugnante y categóricamente FALSA. Este tipo de difamaciones está diseñada para demonizar y vilipendiar a nuestras valientes fuerzas del orden del ICE. Este tipo de disparates ha provocado un aumento del 500 % en las agresiones contra agentes del ICE”, dijo en un comunicado.

Pocos minutos después de que la madre de Andrea Vélez dejara a su hija en su lugar de trabajo en Los Ángeles, un agente del ICE la levantó en vilo y la metió a la fuerza en un coche. La escena quedó grabada en un video que ha corrido como pólvora en las redes sociales. Vélez y su familia creyeron que era un secuestro.

Tres días después, cuando fue liberada, Vélez explicó en una rueda de prensa la traumática experiencia que había vivido. “Estaba yendo al trabajo y todo pasó muy rápido. Es difícil procesarlo en mi mente. Los agentes no se identificaron y tuve miedo”, relató. Mientras estaba detenida “me preguntaba por qué yo era uno de ellos. No sabía lo que me iba a pasar, donde iba a acabar”, declaró.

Fianza de cinco mil dólares

Vélez fue liberada con una fianza de cinco mil dólares y enfrenta cargos por interferir en la operación de un agente del ICE. Según contó su abogada, Dominique Boubion, en la web de Democracy Now, Vélez solo intentó protegerse cuando vio que unos agentes que iban a detener a unos vendedores ambulantes corrían hacia ella. Boubion resaltó un detalle: le hablaron en español, aunque ella demostró que su inglés era bueno.

Tricia McLaughlin, portavoz de Seguridad Nacional, dijo en un comunicado que la secretaria del DHS, Kristi Noem, “ha sido clara: si le pones la mano encima a un agente de la ley, serás procesado con todo el peso de la ley”.

“No estoy segura de que vayan a respetar mis derechos. Es muy injusto que tengamos que pasar por esto porque nuestra etnicidad es hispana”, se quejó la hermana de Vélez, Estrella Rosas. La familia estudia presentar una demanda contra los agentes.

Que los detenidos por ICE hayan sido latinos explica que sea esta comunidad la que más se preocupa por las deportaciones. Aproximadamente la mitad (47 %) expresa ahora cierta o mucha preocupación, frente a solo el 15% de los blancos, según datos de Pew Research.

La legislación no permite que se use la raza, el origen étnico o la profesión de una persona como única base para creer que ha violado la ley federal de inmigración. Deben contar con pruebas objetivas, como antecedentes penales, pero en ninguno de los casos recientes los detenidos tenían historial delictivo.

“Por el color de su piel, el acento de su habla o su etnicidad se vuelven objetivos en lo que recuerda a lo que sucedió en el tercer Reich”, denunció Fred Brewington, el abogado de Elzon Lemus, en una conferencia de prensa en la que su defendido denunció el trato recibido por los agentes del ICE, a pesar de haberles asegurado que era ciudadano estadounidense. “Soy una víctima por mi raza y mi etnicidad. Solo por mi color y porque soy hispano me hicieron sentir como si fuera un delincuente”, dijo Lemus.

Por Agencia