Este 2 de septiembre, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, repleta de feligreses, recibe con alegría, fe y esperanza una réplica de la Virgen de Fátima, la cual llegó a la tierra del sol amada, como parte de su recorrido por el Zulia.
Los feligreses se avocaron al llamado espiritual, la misa que se realizó en la Basílica. Asistieron con entusiasmo y devoción hacia la Virgen de Fátima, un símbolo poderoso en el catolicismo.
«Hoy la Basílica, el santuario de todos los zulianos y la casa de todos, se convierte nuevamente en un lugar privilegiado… Estamos alegres y estamos cargados de mucho gozo» dijo el párroco Nedward Andrade, máxima autoridad de la Basílica.
Lo que significa para el pueblo marabino
Muchos de los asistentes compartieron con el equipo de Foco Informativo lo que significa para ellos la Virgen de Fátima, por ejemplo la Dra. Iraida Villasmil, presidente del CLEZ, dijo que para ella es «una de las advocaciones más especiales» porque la «reconvirtió» la acercó a la devoción del Rosario, por lo que ahora es muy devota de la santa Virgen.
«Vengo a rezarle por todos nosotros los venezolanos, por el pueblo zuliano especialmente, y me da mucha emoción, porque esta es una de las imágenes, de las tres que hay en el mundo, es la réplica exacta del santuario», agregó.
«La Virgen para mi es un factor fundamental espiritual y familiar», fue otra de las respuestas obtenidas de parte de los marabinos que asistieron con diferentes peticiones, pero siempre en torno a la fe, la paz, la esperanza y el amor.
Por su parte, Odette Martins de Meneces, quien es la organizadora desde el año 1975, de las festividades de la Virgen de Fátima, resaltó los principios que este símbolo espiritual enseña, los que van desde hacer el bien, hasta «creer, tener fe siempre, en que Dios está por delante y siempre atento a todo en los peores momentos».
Este evento es de suma importancia para todos, une a dos grandes advocaciones marianas, es un hecho histórico para el Zulia, uno cargado de oraciones por la paz nacional y mundial.
Luego de la Basílica, siguió la Plaza de la República, donde con velas las personas esperaron a la Virgen, ahí se encontró con Jesús de la Misericordia, rezaron un rosario en unión; y así se consolidó su llegada a suelo marabino. Una visita de esperanza y mucha fe.
Por: Yorgelis Labarca / Fotos: Lizaura Noriega