La Unión Europea develó el jueves planes para obligar a los fabricantes de celulares a unificar criterios para los cargadores de los teléfonos.
La Comisión Europea propuso obligar a las compañías fabricar los cargadores con cables USB-C, lo que ya hacen muchas de ellas. La excepción es Apple, que se ha resistido a los intentos de unificar criterios y cuyos iPhones tienen enchufes tipo Lightning, aunque los modelos más recientes vienen con cables para USB-C.
La propuesta de la UE seguramente será bienvenida por los millones de personas que suelen buscar entre gavetas colmadas de cables para encontrar el cargador apropiado. Además, la UE desea reducir la cantidad de dispositivos electrónicos que son desechados cada año y que en promedio acumulan unas 11.000 toneladas métricas.
La comisión determinó que, en promedio, cada residente de la UE tiene al menos tres cargadores, de los cuales usa regularmente dos, pero que el 38% reporta que al menos una vez no ha podido cargar sus teléfonos por no tener un cargador compatible. El año pasado se vendieron unos 420 millones de teléfonos celulares o dispositivos electrónicos en la UE.
Las nuevas normas estipulan también la estandarización de la tecnología para cargadores y la posibilidad de dar a los consumidores el derecho a escoger entre comprar dispositivos nuevos con o sin cargador, lo que según la UE le ahorraría a los consumidores 250 millones de euros (293 millones de euros) al año.
“Los cargadores hacen posible el uso de dispositivos electrónicos esenciales. Al producirse más y más dispositivos, se crean más y más cargadores que no son compatibles o que son innecesarios. Lo que queremos es poner fin a eso”, declaró el comisionado de mercados internos de la UE, Thierry Breton.
“Con esta nueva propuesta, los europeos podrán usar un solo cargador para todos sus dispositivos electrónicos portátiles, un paso importante para la conveniencia de todos y para reducir la cantidad de desechos”, añadió.
Las compañías tendrán dos años para adaptarse a las nuevas normas una vez que entren en vigor. Las normas abarcarán solamente a los 30 países que conforman el mercado común, aunque —al igual que ocurrió con las normas sobre privacidad— podrían ser adoptadas al final por el resto del mundo.
Apple aseguró que comparte el ideal de proteger el medio ambiente, pero cuestionó la idea de que las nuevas normas beneficiarán a los consumidores.
“Seguimos preocupados por el hecho de que las nuevas normas estrictas para emplear un solo tipo de conexión entorpezcan la innovación en vez de estimularla, lo que perjudicará a los consumidores en Europa y al resto del mundo”, aseguró Apple en un comunicado.
Breton negó que la propuesta frustrará la innovación.
“Si Apple desea seguir ofreciendo su propio cargador, podrán hacerlo. Esto no va en contra de la innovación, es simplemente para hacerle la vida un poco más fácil a los consumidores”, declaró Breton en conferencia en Bruselas. Añadió que los fabricantes podrán ofrecer dos enchufes distintos en sus dispositivos si así lo desean.
Bajo la propuesta, que aún deberá ser aprobada por el Parlamento Europeo, los celulares, tabletas, cámaras digitales, consolas de videojuegos y auriculares vendidos en la Unión Europea deberán tener cargadores tipo USB-C.
La Comisión Europea, luego de tratar durante más de una década de obligar a la industria a adoptar un estándar común, está presionando sobre el tema.