Mientras la economía venezolana se tambalea y no logra despegar, a pesar de que cuenta con el petróleo, y más bien ha experimentado un serio retroceso, su vecino Guyana, una pequeña nación de habla inglesa heredada de los británicos, poco poblada con menos de un millón de habitantes tiene las mejores perspectivas de todas las regiones suramericanas, apalancada por su apertura al capital petrolero internacional. Su capital es Georgetown comienza a despegar.
Desde el año 2020 gobierna Mohamed Irfan Ali quien estando en el poder fue decisivo para la expansión petrolera que se registra en Guyana.
Según el Fondo Monetario Internacional este país será el de mayor crecimiento económico para el 2025 y su economía experimenta un cambio radical transformándose en un ejemplo a seguir en la región.
Las proyecciones muestran cifras impresionantes y todos se preguntan cómo logró alcanzar tal posición en el escenario global.
Se espera que el crecimiento alcance un 33 por ciento gracias a un aumento del PIB que superó el 184 por ciento en los últimos cinco años.
En reservas petroleras se estima que el país cuenta con 17 mil millones de barriles de petróleo y en inversiones extranjeras se prevé que continúen fluyendo hacia sectores claves como infraestructura y energía.
Estás cifras superan incluso a naciones como los Estados Unidos y China. Igualmente el Banco Mundial proyectaba una tasa de crecimiento de 30 por ciento para el 2025 una de las tasas más altas de la región.
Si se cumplen estos pronósticos tendremos en América del Sur una nación sólida económicamente y está situación cambiaría la suerte de los guyaneses. Muchos llaman a Guyana el Dubái de América del Sur y otros la llaman el milagro económico sudamericano.
Según algunas proyecciones el país superará a Kuwait y se convertirá en poco tiempo en el mayor productor de crudo pero cápita del mundo.
La petrolera estadounidense Exxon Mobil descubrió uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas en la historia reciente, el llamado bloque Stabroek que estiman pueda producir once mil millones de barriles y comparte el negocio petrolero con la empresa china CNOOC.
Mientras que un vecino como Venezuela desaprovechó el auge petrolero de más de un siglo y es hoy una nación empobrecida por malos gobierno, plagados de corrupción e ineficiencia especialmente en las dos últimas décadas produciendo a duras penas 750 mil a 800 mil barriles diarios de petróleo, y es probable que en poco tiempo se vea superada ampliamente por Guyana con una estrategia muy distinta de la que sigue Venezuela.
Sin duda, Guyana está ganando ampliamente la lucha entre el modelo estatista venezolano y la economía de mercado.
Por Ángel Montiel