El cierre de los bancos privados en protesta contra el golpe de Estado causa un problema de escasez de efectivo en Birmania por lo que la junta aumenta la presión contra sus directivos y empleados.
El cierre de la mayoría de las sucursales desde el golpe del 1 de febrero está impidiendo el pago de nóminas, las transacciones interbancarias e internacionales e hizo que los clientes retiren efectivo de los bancos.
Según publicó este jueves el medio Myanmar Now, empleados de varios bancos privados han denunciado la detención de gestores y directores de diversas entidades en represalia por los cierres auspiciados por el movimiento de desobediencia civil contra los militares.
Las autoridades también amenazaron con acciones legales y hasta con la nacionalización de los bancos si no abren de nuevo, pero los medios locales informan de que muchas oficinas continúan clausuradas en protesta por el golpe, según reseña EFE.
El mayor banco privado del país, KBZ, mantiene hoy todas sus oficinas cerradas, incluidas las más de una treintena de sucursales en Rangún, la mayor ciudad del país, según su página web.
Por: Agencias / Foto: Cortesía