domingo, diciembre 22

La agonía política de “los apellidos” y el strike que la oposición le quiere meter a los chavistas

En revolución, el pueblo manda… El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, ante las atrevidas injerencias del imperio gringo que, dada la inhabilitación de María Corina Machado, amenaza con más medidas coercitivas unilaterales, convocó a los venezolanos y venezolanas, incluyendo precandidatas y precandidatos, para que este lunes 5 del mes en curso, unidos trabajen en la elaboración del cronograma de las elecciones presidenciales.

Que el pueblo decida, por cuanto, esas criminales acciones, que son un asunto de todos, atentan contra el desarrollo de la patria y el bienestar de la población en general, situación que, en ese contexto, debemos afrontar en consenso, como hicimos en el caso del referendo de nuestro Esequibo, además, representa un contundente apoyo al Consejo Nacional Electoral, el órgano comicial más transparente y confiable del mundo.

La transparencia de nuestros comicios… Qué certero el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, diputado Diosdado Cabello, cuando dijo en una rueda de prensa, sobre la observación internacional de nuestras votaciones: “la mayor garantía de unas elecciones libres es que no asisten veedores estadounidenses”. Qué gran verdad. La presencia de un gringo en unos comicios de cualquier país del mundo es signo de perniciosa parcialidad, manipulación, corrupción, conspiración y cualquier otro delito inimaginable.

La criminal propuesta del malandro Ricky Scott… Este senador gringo le pide al presidente de EEUU, Joe Biden, que no le alivie las sanciones a Venezuela. Iguales opiniones deben tener Marco Rubio, Mario Díaz-Balart, Ted Cruz, James Risch, Tim Kaine, Bill Hagerty, Dick Durbin, Bill Cassidy, Joni Ernst y Roberto (Bob) Menéndez. No les conviene.

A ellos les conviene la guerra contra nuestro país, porque eso les produce dinero. Todos estos gringos hampones se llenaron de billete recibiendo dólares robados de Citgo, mediante el negocio que armó Guaidó conspirando en Venezuela con la plata de esa filial petrolera.

El repudio de delincuentes a la inhabilitación de María Corina Machado… Y lo peor es que la señora se siente orgullosa de ese vil apoyo hacia ella, cuando sabe que viene de bandoleros, forajidos, aunque bueno, la realidad es que entre pillos no se pisan la manguera. Ahí, la dignidad y la honestidad, no llegan ni a la altura de los tobillos.

No voy a mencionar truhanes venezolanos, me voy a referir a bribones extranjeros bien conocidos, tal es el caso de la rata que preside la OEA, Luis Almagro; los narcoparamilitares Iván Duque, Alvaro Uribe, así como otros expresidentes, algunos de los cuales salieron por corruptos de sus países y conforman un grupo llamado IDEA, donde destaca el pedófilo Andrés Pastrana, asiduo visitante de la isla del pervertido de menores, Jeffrey Epstein.

El grupo IDEA también lo integran granujas de la talla de José María Aznar, Felipe Calderón, Vicente Fox, Felipe González, Ricardo Lagos, Mauricio Macri, Lenin Moreno, Sebastián Piñera, en fin, 37 ladrones, y la señora Machado se siente feliz recibiendo el respaldo de algunos de estos rufianes.

La DEA y la CIA en Venezuela… No es que nuestros cuerpos de inteligencia sean magos o tengan una bola de cristal, sino que las venezolanas y venezolanos sabemos que uno de los objetivos de estos organismos norteamericanos, consiste en propiciar golpes de estado en cualquier país del mundo. Difícilmente, en algún pueblo del planeta haya un presidente derrocado y no estén implicadas esas agencias del crimen organizado.

Lo otro, es que esos genocidas nunca van a dejar de conspirar contra Venezuela, y eso lo sabemos de sobra nosotros, por eso la activación de la Furia Bolivariana en la que, no tengan dudas, opera la inteligencia polimilitar. Nuestros cuerpos de seguridad no serán infalibles, pero créanme que se conocen bien todas las maniobras delictivas de la DEA y la CIA.

Julio Borges… Estoy seguro que este infanticida está desesperado en España, porque si les trancan el chorro de dólares de Citgo, ¿de qué va a vivir en el exterior? “El Vampiro” Antonio Ledezma tiene una hija con un yerno ladrón que supongo lo ayudan; Leopoldo López es rico, Carlos Vecchio tal vez posee otros negocios, recordemos que es el cabecilla del saqueo de esa empresa, pero Julio Borges, ¿de dónde va a sacar recursos para darse la vida que se da sin trabajar? Aunque hay otros en la misma situación que los imagino bien afligidos.

El strike que la oposición le quiere meter a los chavistas… Los hampones de la oposición terrorista, en su conspiración en contra de la revolución bolivariana, pretenden convencer a la población de que este país entró en crisis desde que el presidente Hugo Chávez llegó al poder. Y eso es una gran falsedad, una calumnia inmensa que forma parte de la guerra multimodal que ejecutan para derrocar o asesinar al presidente Nicolás Maduro.

“El Gigante” llegó al poder cuando entró en crisis la IV República, por las medidas económicas que el Fondo Monetario Internacional le impuso a Carlos Andrés. Y Carlos Andrés, como buen adeco arrodillado a los gringos, las activó contra los venezolanos y venezolanas.

Tal situación derivó en el Caracazo el 27 de febrero 1989, una masacre contra la población hambrienta que se inició en Guarenas y culminó en Caracas. Aún se desconoce la cifra exacta de pobres en busca de alimentos, que Carlos Andrés Pérez ordenó matar a balazos.

Como secuela de esa tragedia, se levantó el movimiento militar del 4 de febrero liderado por Chávez, que culminó con él y otro grupo de oficiales presos en la cárcel de Yare, hasta que fueron sobreseídos por el entonces presidente Rafael Caldera.

Chávez en Miraflores, viendo que la gente moría de mengua, ordenó el Plan Bolívar 2000, del que los medios de comunicación social solo destacaban fallas, pero nunca que, gracias a ese proyecto, se le salvó la vida a miles de personas necesitadas de nuestros barrios, que ni siquiera podían salir de sus casas por falta de dinero para los pasajes.

Ahora, los enemigos dicen, en el marco de la actual guerra contra la revolución, que, en la IV República, con los adecos y copeyanos los supermercados estaban atestados de productos, y es cierto, mucha gente compraba sin dificultad, solo que la gran mayoría, esos que no veía nadie, que estaban invisibilizados, se encontraban en las diferentes comunidades muriendo de hambre.
Así que, por más que intenten ocultarlo, la realidad es que con Chávez los pobres pudieron salir de los barrios, comprar pollo, carne, ropa, calzados, se montaron en aviones, vacacionaron, disponían de dólares; pero en 2002 los golpistas de siempre le paralizaron Pdvsa, le dieron un golpe de estado, pero el pueblo hizo que lo trajeran de regreso. La gente retomó su buen nivel de vida, hasta que los gringos le inocularon un cáncer, sin embargo, antes de morir tuvo el gran acierto de pedirnos que votáramos por Nicolás Maduro.

Los opositores apátridas creyeron que les había llegado la hora de acabar con la revolución, y declararon esta guerra brutal con Maduro en el poder, quien se cansó de llamarlos al diálogo, a gobernar juntos, a pensar en el país, y no hubo manera de convencerlos.

Pero fueron esos criminales llenos de odio, con ansias de destruir, de asesinar, los que les pidieron a los gringos las medidas coercitivas, después que Obama nos declarara una «amenaza inusual», y nos metieron en semejante situación que solo un estadista como Maduro y un pueblo inmensamente bolivariano puede afrontar. Esa es la verdad. Por eso, no nos podemos dejar meter ese strike de que la crisis en Venezuela comenzó con Chávez.

La agonía política de “los apellidos” … Cuando hablo de “los apellidos” me refiero a “los Machado”, “los Capriles” y “los López”. Hago la salvedad porque voy a mencionar a Guaidó, que no entra en esos nombres pudientes; todos sabemos que este es un lambucio que se hizo rico robando los activos de Venezuela en el exterior. Aclarada tal situación, comienzo.

Luego que Henrique Capriles y Leopoldo López pasaron al muladar de la historia por delincuentes, Juan Guaidó se autoproclamó presidente en una plaza pública de Caracas. En consecuencia, de “los apellidos” que ambicionaban el poder quedaba el “Machado” (María Corina), pero por ella, nadie apostaba nada. Su misma gente siempre la utilizó y la desechó.
De esa manera, Guaidó con su presidencia de mentira, comenzó a meter gente. Tenía poder de convocatoria. Sumó adeptos. Contaba con el respaldo del imperio gringo y 40 países, entre los que destacaban los que conformaban el extinto Grupo de Lima.

De allí que los enemigos internacionales lo utilizaron para intentar conspiraciones de envergadura: la invasión militar por Cúcuta, Colombia; la “Operación Gedeón”, el golpe de “Los Plátanos”, y otras acciones, con el claro propósito de asesinar al presidente Nicolás Maduro.

Guaidó, en un principio, logró convencer a los gringos de que podía acabar con la revolución bolivariana, incluso, lo creía él mismo, pero, aferrado a la violencia, fue de derrota en derrota, hasta que los genocidas del norte, bajo la presidencia del psicópata Donald Trump, se convencieron de que no tenía fuelle para tumbar a Maduro.

Por consiguiente, el “interino” dio un marcado viraje a su objetivo y se concentró en el robo de las propiedades de Venezuela en el extranjero. Un robo inmenso que lo hizo millonario a él y llenó de dólares a los gringos cómplices de sus maniobras golpistas.

Se apoderó de Citgo, Monómeros, y pretendió quedarse con el oro que Venezuela tiene en un banco de Inglaterra, hasta que sus propios seguidores se percataron de que habían sido engañados por un gran ladrón, y ese delincuente tuvo que huir del país como una rata.

No podemos negar que tuvo poder popular y apoyo internacional, en cambio, María Corina Machado, primero, está inhabilitada y no puede ser candidata, segundo, no calza lo que calzó Guaidó al principio de su “interinato”. No posee el apoyo que ella presume tener.

Y es que Machado nunca tuvo una figuración relevante en la política, debido que Henrique Capriles (Primero Justicia) y Leopoldo López (Voluntad Popular), fueron sus mismos detractores, la mantenían como la cachifa de esas organizaciones delictivas. Nunca la dejaron despuntar.

Pero la señora con su trastorno de megalomanía y viendo que este par de asesinos quedaron como despojos políticos por sus guarimbas, asesinatos, intentonas golpistas, magnicidas, quiso destacar siguiendo sobre la base de los mismos errores de la violencia de esos bandidos. Y corrió la misma suerte.

Ella sabe que todas las acusaciones en su contra por corrupta, conspiradora, homicida, traidora de la patria, son verdad y están suficientemente documentadas, cuestión que la postra en la agonía política junto con Capriles Radonski y Leopoldo López, y el resto de “los apellidos”, que solo balbucean para pedir ayuda a la comunidad internacional. Por si solos, no tienen vitalidad que les permita participar en una contienda electoral verdaderamente democrática.

 

Por Gian Carlo Di Martino