“No hay una mañana que no le dé las gracias a Dios porque me ha permitido hacer a mis 73 años lo que me gusta. Rodar con mi bicicleta por toda la ciudad”. Él es Jorge Montilla, se define como audaz, disciplinado y amable. Esposo, padre, abuelo y enamorado de cada cosa que le gusta, como la gran pasión que ha desarrollado desde niño por el ciclismo en todas sus modalidades. “Montarme en una bicicleta es como tomarme una medicina, hacer ejercicios todos días, mantenerme vivo, libre, activo. Levantarme, hacer un café y montarme en mi bicicleta es la mejor forma de iniciar un buen día, me mantengo en buenas condiciones. Sueño y deseo hacer ejercicio y rutear en mi bici hasta los últimos días de mi vida”.
Narra que desde los 13 años está rodando en bicicleta, “ya son 60 y aún no tengo fecha con sus 73 para el retiro”. Unos de sus retos más grandes es haber cruzado el rio Limón que es una ruta de 100 kilómetros ida y vuelta, desde Maracaibo hasta la Guajira, como también haber participado en dos oportunidades en la “Media Maratón Ciudad de Maracaibo”, atravesando el Puente Rafael Urdaneta.
Dice que es un deporte riesgoso, especialmente en Maracaibo, donde no existe ningún respeto y legislación que ampare al ciclista, pero es muy bonito. “Siempre he ruteado con jóvenes y en oportunidades me acompaña mi hijo. He participado en muchas oportunidades en varios maratones, en distintas modalidades locales, regionales y nacionales”.
Cuenta que tiene tres bicicletas, hay una que está preparada para la práctica de Montarbays en el Jardín Botánico, donde asiste periódicamente a practicar en los senderos de ese maravilloso espacio.
En oportunidades ha tenido la intención de crear un grupo de personas de la tercera edad en esa disciplina, pero no ha sido posible. Expresa que en Venezuela aún no hay cultura sobre ese deporte y mucho menos en los adultos mayores, pero sí está integrado a los grupos de ruteros de toda la ciudad, especialmente San Francisco y Maracaibo.
Montilla invita a las personas, especialmente a los jóvenes y de la tercera edad para que se contagien de esa pasión, que se pongan a rodar en bicicleta, por ser uno de los deportes más completos y que a pesar de su avanzada edad y una artrosis de rodilla sigue ruteando. “Yo estoy a la orden para todos aquellos que quieren rodar conmigo y con mucho gusto les voy atender y llenar de energías para que sigamos hasta que Dios me regale un minuto de vida”.
Exhorta a los jóvenes a estudiar, porque la educación, la cultura y el ciclismo es una excelente combinación para la formación de las nuevas generaciones en estos momentos donde la juventud requiere de tanto apoyo. “Es muy bonito ver en los grupos de ruteros familias completas rodando juntas”.
Da gracias a Dios, por ser una persona competente, auto valido, en oportunidades los jóvenes van muy fuerte, y yo no me quedo atrás, pero me gusta el reto, lo importante es la constancia, la disciplina y eso los lleva a cumplir nuevas metas para las nuevas generaciones. “Nunca es tarde para iniciar una meta”.
Exhorta a las autoridades municipales, regionales y legislativas a trabajar sobre esa materia que le daría un marco de protección y resguardo al ciclista en el estado Zulia, siendo los pioneros en esa disciplina.
Por: Silvia Barboza / Foto: Cortesía