El gobierno de Colombia anunció este miércoles la suspensión de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un día después de un ataque de esa guerrilla contra una base militar que dejó dos soldados muertos y 29 heridos en el noreste del país.
«El proceso de diálogos de paz queda suspendido», informó en la red social X la delegación del gobierno en la mesa de diálogo, al asegurar que las conversaciones solo serán retomadas «con una manifestación inequívoca de la voluntad de paz» del grupo insurgente, reseñó EFE.
El martes, un camión cargado de explosivos artesanales fue detonado frente a un batallón del Ejército en el poblado de Puerto Jordán, en el departamento de Arauca (noreste), fronterizo con Venezuela.
El presidente izquierdista Gustavo Petro calificó en X ese mismo día el ataque como «una acción que cierra un proceso de paz con sangre».
Este es el último episodio de una escalada de embates del ELN contra objetivos oficiales desde inicios de agosto, cuando decidió no retomar una tregua que regía desde 2023, pactada durante los diálogos que se llevaban a cabo desde el año anterior.
La guerrilla señaló entonces «incumplimientos» del gobierno de los acuerdos firmados durante los ciclos de negociaciones llevados a cabo desde finales de 2022 en Cuba, Venezuela y México.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció ese mismo mes la reanudación de la ofensiva militar contra el ELN, lo que agravó la crisis.
Petro, que intenta desactivar el conflicto armado de seis décadas dialogando con guerrillas y bandas criminales, visitó este miércoles a los uniformados lesionados que son atendidos en el Hospital Militar de Bogotá, adonde fueron trasladados desde Arauca.
Diálogos que «no existen»
El ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, había dicho más temprano que las negociaciones de paz con el ELN estaban en riesgo.
«Hoy lo que tenemos es prácticamente una conversación, una negociación, unos diálogos que no existen ya desde hace varias semanas», dijo el funcionario en una entrevista a Blu Radio.
Por su parte, el ministro Velásquez advirtió que los «esfuerzos de las Fuerzas Militares» se van a «redoblar» contra el ELN, que cuenta con unos 5.800 miembros, según inteligencia militar.
Su cartera ofreció una recompensa equivalente a casi 95.000 dólares por información sobre el paradero de los «máximos cabecillas» de esa guerrilla.
A inicios de septiembre, otro asalto atribuido a los rebeldes en el municipio de Tame, también en Arauca, dejó dos soldados muertos en un puesto de control instalado en una carretera.
Días después, el ejército vinculó también al grupo guerrillero con una ofensiva a un oleoducto en el norte del departamento de Boyacá, en una zona fronteriza con Venezuela, operado por una filial de la estatal petrolera Ecopetrol.
Petro enfrenta críticas de la oposición, que denuncia un deterioro en la seguridad pública a raíz de la decisión de pactar treguas e iniciar negociaciones con grupos armados.
El Ejecutivo adelanta también diálogos con la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central (EMC), dos grupos disidentes de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no firmaron el acuerdo de paz de 2016.
Por Agencia