Para el abogado criminólogo venezolano, Fermín Mármol, el despliegue policial en la Cota 905 era necesario, sin embargo, a su parecer esto sólo es una de varias gestiones que el Estado venezolano deber hacer para frenar los índices de criminalidad, no solo en esa parte de Caracas, sino en todo el país bien sean para disminuir cifras o prevenir su incremento.
“Evidentemente el operativo policial es necesario, pero no es la solución. Un grupo de delincuencia organizada, violento, que controla territorios urbanos, que está atentando contra inocentes y atenta contra la institucionalidad del Estado, tiene que tener una respuesta expedita en el campo de operación policial, pero eso no va a resolver el problema», señaló Mármol a Foco Informativo.
El experto indicó, vía telefónica, que tampoco es solución definitiva ultimar en un enfrentamiento o detener a “Koki”, “Garbis” y “Vampi”, cabecillas de la organización criminal que domina la zona.
“El ejemplo lo tenemos en Guárico después de que se desmanteló la cabeza del Tren de los Llanos con el ‘Picure’, vienen sustitutos mientras no atendamos el tema social. (…) Con operativos policiales lo que estamos haciendo es podar el árbol del delito, pero jamás estamos resolviendo el problema del país”, señaló.
El criminólogo destacó que no existe certeza del tiempo de permanencia de los cuerpos de seguridad en la zona una vez que cumplan con su meta y tampoco está claro las medidas que adoptará el Gobierno para evitar que esto vuelva a ocurrir.
“¿Cuánto tiempo se van a quedan en la Cota 905? ¿Ya van a empezar la construcción del cuartel militar en la zona más alta? ¿Ya van a entras los camiones y los tractores para esas construcciones? ¿Ya va a comenzar las políticas de expropiaciones concertadas con la comunidad para que en las mejores casas, previamente estudiado, haya una notaría, una oficina de identificación, posteriormente un dispensario, una guardería? ¿Ya va a empezar el proyecto de iluminación de toda esa zona, la biblioteca, la cancha deportiva?”, inquirió.
Fauna criminal
El también director del Instituto de Ciencias Penales-Criminalística-Criminología de la Universidad Santa María, explicó que Venezuela tiene una fauna criminal “muy” compleja y que el crimen y la violencia, materializada por estructuras de delincuencia organizada, tenía un comportamiento clásico natural de ser nómadas, es decir, no les interesaba el control territorial.
“Lo que ha sucedido en Venezuela es que se ha acelerado el primitivismo criminal, entendiendo como el primitivismo no sólo una delincuencia con un rasgo de atrocidad y perversidad muy alto sino que a la vez procura el control territorial. Tenemos estructuras del crimen organizado nómadas que pasaron a ser sedentarias y tener una influencia en un territorio al cual dominaron, sometieron a la población, la desplazaron e hicieron florecer una economía criminal, allí está la gran diferencian”, agregó
El académico recordó que no es un fenómeno propio de Venezuela por lo que citó los ejemplos de México, del triángulo centroamericano con Los Maras, el ejemplo de Colombia en los 80 y 90 con los carteles de la droga y Brasil con las favelas.
“Evidentemente esta fauna criminal ha tomado territorios y ha hecho emerger microestados y eso acá agrava el problema de crimen y violencia. Aquí en Venezuela no solo hay un primitivismo criminal sino que también ha dado paso a primitivismo social y cuando las instituciones son parte del problema también se empieza a materializar el primitivismo institucional”, apuntó.
A su parecer tampoco es correcto llamar guerrillas urbanas o paramilitares a la organización criminal que opera en la Cota 905, pues estos términos son para quienes luchan contra el estatus quo o para quienes lo defienden, respectivamente, preferiblemente estimó mejor el uso de insurgencia criminal.
“Yo diría que el Frente Bolivariano de Liberación, Los Boliches, que es una estructura de delincuencia organizada rural, son paramilitares rurales porque erigen banderas revolucionarias, los colectivos armados y violentos son paramilitares urbanos porque erigen bandera revolucionaria y evidentemente el pranato carcelario y las banda criminales no tienen ideologías, es una delincuencia organizada que materializa una insurgencia criminal”, manifestó.
Y describió a los disidentes de las FARC y el grupo ELN, grupos de delincuencia organizada trasnacionales que nosotros los llamamos bloques extranjeros, son guerrilla en Colombia, pero aquí se les debe llamar estructuras de delincuencia organizada trasnacionales.
Sembrar bibliotecas
La estimación de Mármol es que hasta que no exista una política de estado correcta, “no de gobierno y mucho menos de ministros de turno”, y que sea sostenida por al menos seis años para tener indicadores y tasas de reducción confiables la situación no cambiará.
“Lo que se trata es que no lluevan más balas en un país, en un país tienen que llover libros, instrumentos musicales, balones deportivos, pero por otro lado llenar al país de lo bueno, de lo correcto”, agregó.
Sin embargo, estimó que para que eso ocurra debe existir alternancia en el poder, rescatar el concepto de República, así como la meritocracia dejar una prensa libre fortalecer las unidades, las ONG para que haya un trabajo serio y confiable en Venezuela.
Por: José Manuel Sánchez / Foto: Cortesía