martes, diciembre 17

Estiman que producción de maíz aumentó en un millón 200 mil toneladas

La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos (SVIA) presentó un balance sobre la superficie de siembra de los principales cereales durante el ciclo de invierno de 2023, que en total alcanza 285 mil hectáreas con relación al año 2022.

Saul Elías López, presidente de la organización, explicó que hubo un incremento en la superficie sembrada de maíz blanco y amarillo que ronda las 35 mil hectáreas en comparación con el año pasado, y “estamos en 285 mil hectáreas, tenemos un incremento en los niveles de producción estimado en un millón 200 mil toneladas de maíz y un incremento en los rendimientos de 4.2 toneladas por hectárea».

En el caso de la cadena de valor del arroz se mantiene similar al año pasado en superficie de 83 mil hectáreas, disminución en la producción y una reducción en los rendimientos, producto sobre todo al tema de los fenómenos La Niña y El Niño, y a la caída de las expectativas de precio de este rubro, que evidentemente requiere mayor inversión.

Estamos hablando de los costos de producción, una hectárea de arroz ya supera los $1.500, en contraposición con el maíz, que está alrededor de 1.600 dólares”, dijo.

Comportamiento de otros rubros

Se refirió también a la carne, “donde vemos una caída en el suministro o la disponibilidad de carne; si la comparamos con el promedio mundial y el latinoamericano, observamos a Venezuela muy por debajo, sin embargo, es cierto que recién se está recuperando el consumo de carne en Venezuela, pero sigue siendo muy poca, por eso, en esta cadena de valor de la carne, existen válvulas de escape por parte de los productores quienes piden exportar ganado en pie”, aclaró.

Refirió que se aprobó la exportación de carne de búfalo en pie, y el año pasado también hubo exportación de este rubro, “porque realmente no es que estemos en unos niveles de producción muy altos, sino que el consumo en Venezuela sigue contraído a pesar de que hay una ligera recuperación, no hay posibilidades por ahora de que el venezolano pueda llegar a los niveles de consumo de carne que teníamos en 2012”, sentenció.

Agregó que, en términos generales, la prevalencia de la subalimentación e inseguridad alimentaria en general ha venido disminuyendo. No obstante, Venezuela sigue estando, a nivel promedio, en uno de los puestos más altos del mundo.

Factores que afectan al productor

Para López la falta de financiamiento y la incertidumbre en el suministro de gasoil son factores que afectan la producción agrícola en el país.

La falta de financiamiento es uno de los principales obstáculos que enfrenta desde hace varios años el sector agropecuario, afectando también las maquinarias, tractores y herramientas tecnológicas para la producción agrícola.

En cuanto a la escasez de combustible, en especial de gasoil, indicó que es otro de los problemas que afectan el campo venezolano, cuya producción se encuentra mayoritariamente en manos del sector privado.

Solamente “para atender todo el ciclo de invierno que va de mayo a octubre se requieren 60 millones de litros de diésel y la incertidumbre en el suministro del combustible afecta mucho la actividad agrícola y a los productores”, afirmó López.

La distorsión de la información es otro de los cuellos de botella, señaló López: “Hay que hacer análisis de la información de las cadenas agroalimentarias y mantener bien informados a los productores”.

Parte de esa integración debe ser incorporada con tecnología que permita hacer estudios de mercado, con análisis de mercado desde el punto de vista inteligente, “para que no ocurra lo que ocurrió, por ejemplo, con el frijol chino, que hubo una producción importante de frijol chino en el año 2021, pero al solo haber cinco empresas que tienen licencia de exportación para Vietnam, porque ni siquiera podemos exportar a China directamente, sucedió que no se pudo colocar todo el producto y se terminó perdiendo dinero, y el más afectado es el eslabón más débil, que es el productor”.

Recomendaciones

A juicio de Saul López, algunas soluciones podrían ser que el Estado permita que el sector privado se organice y exporte libremente, que cese la discrecionalidad en el otorgamiento de las licencias de exportación.

Explicó que si la agroindustria y los agricultores se organizan, y desean exportar y abrir otro mercado de exportación, por ejemplo, de frijol chino u otros rubros, que puedan hacerlo, y no que solamente existan cinco empresas con licencia de exportación, esa sería una solución; y otra solución es que la información se pueda publicar y se pueda tener libre acceso a ella, para que la libre competencia y el mercado realmente funcionen.

López señaló que en el país seguimos con problemas de investigación, desarrollo e innovación; sin embargo, tenemos conocimiento de que hay un esfuerzo por parte de las empresas venezolanas, que están apostando todo a estos temas de las tecnologías para hacer este tipo de integración.

Es importante que el Estado considere generar mecanismos de competición, en caso de que no se logre cubrir los costos de producción”, finalizó.

Por: Agencia