Arqueólogos británicos ha descubierto en las últimas tres semanas 90 esqueletos bien conservados de la Edad Media bajo la arena de una playa del suroeste de Gales, en el Reino Unido. De este modo, ya son alrededor de 200 los cuerpos recuperados en el lugar luego de varios años de excavaciones, informaron medios locales.
Los restos óseos fueron hallados justo debajo de la superficie de varias dunas de arena de la bahía de Whitesands. La erosión natural y las tormentas expusieron las tumbas antes de que se llevaran a cabo los trabajos de excavación.
La Universidad de Sheffield y la fundación Dyfed Archaeological Trust, una organización independiente que promueve la protección del entorno histórico en Gales, han estado encabezado los trabajos. Se cree que los restos óseos pertenecerían a miembros de una comunidad cristiana primitiva que fueron enterrados en lo que fuera un cementerio del siglo VI.
Un análisis de la universidad encontró que los esqueletos son tanto de hombres como de mujeres y niños, de todas las edades, y que probablemente datan de entre los siglos VI y XI. Todas las tumbas miran hacia el oeste y los cuerpos habrían sido enterrados sin posesiones y bajo tradiciones funerarias cristianas primitivas. Algunos de ellos se encontraron en sepulcros cubiertos con losas de piedra, algo muy común en el oeste de Gran Bretaña a principios de la Edad Media.
El área de la bahía de Whitesands ha sido el centro de atención de los arqueólogos desde principios de la década de 1920. Se cree que hacia el siglo XI el cementerio perteneció a la capilla de San Patricio, excavada por primera vez en 1924.
En 2004, las autoridades de protección de la costa del condado de Pembroke, donde se encuentra la bahía, intentaron proteger el sitio arqueológico de la capilla colocando rocas para frenar la erosión. Sin embargo, una fuerte tormenta en 2014 se las llevó y dejó al descubierto los primeros restos de la zona, que desencadenaron varias temporadas de excavaciones a gran escala. Para el 2016, ya se habían localizado más de 100 entierros.
Ahora, cuando la cifra se acerca a los 200, los expertos libran una carrera contra el reloj para evitar que el cementerio se desintegre en el mar y poder descubrir qué otros secretos podrían contener las dunas de arena. «Todavía hay una cantidad significativa de evidencia por excavar», aseguran desde Dyfed Archaeological Trust.
Por Agencia