Las autoridades y la sociedad colombiana rechazaron unas fotografías que se han difundido por redes sociales donde aparecen guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) posando con un grupo de niños en una zona rural de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
“Las niñas y niños deben estar completamente al margen de esta guerra. Rechazamos cualquier actuación de los actores armados que involucre a menores de edad”, dijo este martes el presidente colombiano, Gustavo Petro, en un mensaje en su cuenta de Twitter, reseñó EFE.
El mandatario estimó que la juventud debe ser protegida, jamás reclutada, fotografiada, ni bombardeada.
En las fotos aparece una decena de miembros del ELN con fusiles, ropa camuflada y las características pañoletas rojas y negras en una plaza del corregimiento de Versalles (Tibú), posando con varios niños, que están abrazados a los combatientes e incluso posando con palos que imitan armas.
“Esta es una situación muy preocupante pues no solo evidencia la facilidad y el control social y territorial que ejerce el grupo armado en la zona, sino que normaliza su presencia e invita tácitamente a los niños, niñas y adolescentes a pertenecer a estos grupos”, lamentó este martes la Defensoría del Pueblo en un comunicado.
Un niño no debe tener armas, debe estar en la escuela
La Defensoría consideró que los niños deben estar en las escuelas y colegios formándose y desarrollando su pleno potencial como seres humanos, no acompañando actividades que desarrollen los grupos armados ilegales.
Al mismo tiempo instó al ELN y a todos los grupos armados que se abstengan de generar acciones que vinculen directamente a niños, niñas y adolescentes en el conflicto, pues esta es una grave violación a sus derechos.
El ELN tiene influencia y control en muchas de estas zonas del Catatumbo, donde es común que se paseen por pueblos y veredas uniformados y armados.
Tensión en los diálogos
Estos hechos se producen apenas una semana después del ataque del ELN que dejó nueve militares muertos en el caserío de Guamalito, que hace parte del municipio de El Carmen, en el departamento de Norte de Santander, que ha hecho temblar los diálogos que mantiene el Gobierno con la guerrilla.
Así, el pasado viernes el Gobierno reclamó a la guerrilla aclarar si está utilizando los diálogos de paz para fortalecerse o si tiene una verdadera voluntad de poner fin al conflicto armado.
En ese sentido, el jefe del equipo negociador, Otty Patiño, recalcó la necesidad de concretar lo más pronto posible un cese al fuego con el ELN, que justificó el ataque alegando que esa medida no está vigente.
El Gobierno y el ELN se volverán a ver las caras en la mesa de diálogo en las próximas semanas en Cuba, en la tercera ronda de negociación de una mesa itinerante que ya pasó por Caracas y Ciudad de México.
Por Agencia