A propósito de cumplirse el próximo 24 de octubre 236 años del nacimiento del general en jefe, Rafael Urdaneta, es bueno recordar el gran vínculo que tuvo este excepcional militar venezolano y zuliano con Colombia.
Urdaneta nació en Maracaibo el año 1788 pero vivió la mayor parte de su vida en la Nueva Granada lo que es hoy Colombia que para la época pertenecía a la corona española.
Era llamado El Brillante y formó parte del ejército libertador comandado por Simón Bolívar del que fue siempre cercano y leal, son célebres las frases del general Urdaneta dirigidas a Bolívar, “general, si con dos hombres basta para emancipar la patria presto estoy a seguir a usted “.
Se caracterizó por ser el primero en las batallas y no temía a los sacrificios que generaba la guerra dura y cruel de la independencia.
El 20 de julio de 1810 en Bogotá se unió al movimiento emancipador, un año después en 1811 junto con Simón Bolívar comenzó la campaña del sur de Nueva Granada.
Participó el general Urdaneta en la Campaña Admirable distinguiéndose por su arrojo y valentía.
Desde Maracaibo Urdaneta dirigió la liberación de la provincia de Coro y de allí siguió hasta San Carlos donde se concentraban las tropas del Libertador preparando la ofensiva final en contra de los realistas comandados por el mariscal de campo Miguel de la Torre en la Batalla de Carabobo.
El 17 de julio de 1821, Rafael Urdaneta fue ascendido a general en jefe por el mismo Libertador Simón Bolívar.
Obtuvo el cargo de Comandante General de Cundinamarca.
En el año 1822 se casó con doña Dolores Vargas Paris en Bogotá y de ese matrimonio nacieron once hijos.
En los años 1823 y 1824 fue presidente del senado de la Gran Colombia además, presidente de la Nueva Granada en representación de Simón Bolívar entre el 5 de septiembre de 1830 y el 30 de abril de 1831.
Al morir Bolívar, el general Urdaneta y otros oficiales fueron expulsados del país.
Rafael Urdaneta falleció el 23 de agosto de 1845 en París cuando desempeñaba funciones diplomáticas.
Urdaneta llevó clavado en su corazón a Colombia. Y Colombia fue la gran hermana de Venezuela y así ha debido ser por los siglos de los siglos.
Dos naciones vecinas, dos naciones que en el fondo se aman.
Se aman por encima de todas las circunstancias pasadas, presentes y futuras.
De Urdaneta llegó a decir El Libertador “es el más constante y sereno oficial de nuestro ejército”.
Por: Ángel Montiel