En Venezuela como en muchos otros países la participación política de la mujer ha estado restringida pero ha ganado terreno desde que se le permitió el derecho de votar en el año 1947.
La mujer poco a poco ha venido ascendiendo y aún hay países donde el voto de la mujer equivale al cincuenta por ciento del voto del hombre, es decir en el Líbano por ejemplo, dos votos de una mujer equivalen al voto de un hombre, algo inaudito pero es la realidad.
En el caso de Venezuela las mujeres han logrado alcanzar posiciones políticas importantes como es el caso de las gobernaciones. Hemos visto que una de las primeras mujeres que ganó una gobernación fue Lolita Aniyar de Castro y desde entonces es común que las féminas ganen las gobernaciones como Irene Sáez, Antonia Muñoz, Laidy Gómez, Doris Parra de Orellana, Érika Farias.
Ahora queda pendiente una tarea que una mujer gane la presidencia de la República y eso es una posibilidad real este año con la candidatura opositora de María Corina Machado.
Esta mujer en este momento está representando el clamor de las mayorías que reclaman un cambio radical que rescate la institucionalidad perdida desde hace tiempo.
Pero más allá del tema de la paridad de género tiene María Corina el desafío de lograr un gobierno de las mayorías que cambie el nivel de postración de los venezolanos.
El ejemplo de la mujer venezolana que representa María Corina Machado en estos momentos es una verdadera heroína que ha sabido enfrentar las terribles condiciones de vida que han hecho estragos en los hogares y familia venezolana donde la mujer lleva la mayor carga de responsabilidad como madre y esposa.
La presencia de la mujer en los cargos públicos y de elección popular no es garantía de que ocurran cambios en las políticas del país.
Sin embargo, María Corina tiene la preparación intelectual, el deseo y la voluntad de lograr estos cambios que el país espera y necesita y lo ha demostrado aún a costa de su vida.
Son las mujeres venezolanas quienes han estado al frente de las protestas y de las denuncias de carácter reivindicativo de los maestros, por los derechos humanos, la situación de la salud, ellas son las protagonistas en las calles en estas dos largas décadas.
La candidata de la unidad opositora ha demostrado que es capaz de defender a la gente que lleva la peor carga en esta terrible crisis.
Es esta valiente mujer que puede abrazar el ideal de enseñar porque es profesora universitaria y además madre que conoce lo que es estar al frente de una familia.
Con esta situación complicada que vivimos emerge una luz de esperanza hacia el país que a los más jóvenes tocará defender.
A María Corina le toca vencer lo imposible, contrariar el discurso del odio y la violencia que tanto daño nos ha hecho.
Mujer decidida, atrevida, inteligente que se niega a aceptar la tragedia que como país tenemos, es la dama de hierro que sacará al país de las tinieblas.
Por Ángel Montiel