viernes, noviembre 22

“Doña Violencia” invocó al diablo hasta que lo vio llegar y el fantasma del “Tren de Aragua”

Las inhabilitaciones… Soy muy respetuoso de nuestras leyes. No me gusta tomar un teclado y ponerme a especular o a escribir desde las vísceras. En Venezuela hay una Constitución y se respeta, sin embargo, me permito hacer una observación después que los gringos reimpusieran lo que ellos llaman “sanciones”, a petición de los apellidos. En mi criterio, en ese caso no se justifican inhabilitaciones con escarmientos de 10 o 15 años. Ya está bueno, a los traidores de la patria, a los que piden medidas coercitivas unilaterales, para que los venezolanos y venezolanas pasen hambre, solo les sale cárcel como debería ocurrir con “Doña Violencia”.

Las inhabilitaciones hay que dejarlas para las infracciones menores. No es posible que haya hampones capaces de pedir acciones con la criminal intención de que la población, principalmente la más vulnerable, sufra. Claro, como ellos nunca han pasado hambre y los que pasaron, ahora viven como los ricos en Europa y Estados Unidos con el dinero que se robaron de Venezuela, ejemplo, Leopoldo López, Guaidó, Antonio Ledezma, Julio Borges, Carlos Vecchio, Alberto Federico Ravell, Lester Toledo, David Smolansky, Miguel Pizarro, entre otros.

La licencia 0… He aquí la diferencia fundamental entre los candidatos de la oposición terrorista, con nuestro candidato ganador, Nicolás Maduro Moros; mientras los golpistas se sientan a llorar y a esperar que los norteamericanos les impartan órdenes, nuestro máximo líder de la revolución lanza en ristre, sale en defensa de nuestro pueblo, se abraza al pueblo y arranca con las soluciones de la mano del pueblo en el término de la distancia.

Los gringos, a petición de los enemigos de la patria, no renovaron la licencia 44, un instrumento colonialista con el que esos genocidas pretendían chantajearnos y controlar nuestra industria petrolera. Y el presidente Maduro no lo pensó dos veces, y en el marco de la Ley Antibloqueo, anunció la firma de 20 nuevos contratos con empresas extranjeras, apoyado por los trabajadores de Pdvsa, entre otras medidas que ya había notificado desde el punto de vista tributario, agrícola y pecuario.
De modo que este país va pa’lante, si los gringos nos eliminan la licencia 44, nosotros le aplicamos la licencia 0, la licencia chavista, bolivariana, que no permite manipulación de nadie y menos la sumisión y el “lacayismo” a esos genocidas.

Plan de empleo mediático… Escuché a nuestro candidato ganador, Nicolás Maduro, invitando a reunirse al presidente de Chile, Gabriel Boric, para conversar personalmente, tras argumentar que, lanzando acusaciones al aire, los medios y redes convierten esos señalamientos en una campaña en desmedro de Venezuela.
Y yo acoto que, ciertamente, hay que tomar en cuenta que con la guerra que existe contra nuestro país, la información de algún mandatario se puede convertir en una especie de plan de empleo mediático, me explico: le abre las puertas a influencers y mercenarios de la noticia, para insertarlos en el gran negocio que han hecho de la conspiración en Venezuela, y ganarse, de esa manera, un puñado de dólares a costillas del dolor y las penurias de nuestro pueblo.

“Hasta el final”… En una oportunidad dije que a “Doña Violencia” le podía ocurrir como a Guaidó. Y lo repito, ese ladrón se fue del país pateando perros, dando golpes a las cercas de ciclón, lanzando piedras para dentro de las casas, arrancando y rompiendo las flores de las matas de las aceras, buscando llamar la atención, y los policías más bien le abrían paso para que se marchara sin dejar rastro. Así llegó a Colombia y armó un show con la prensa y nada, el presidente Gustavo Petro ni se enteró, hasta que aterrizó en Miami y aquello parecía un desierto. El mismo se enterró políticamente. Se ganó el desprecio del pueblo.

Y ya “Doña Violencia” ni ninguno de los hampones de la oposición terrorista menciona su mantra: “Hasta el final”, y será peor cuando le derroten el 28 de julio a su candidato misógino; seguirá siendo pieza clave para la conspiración de los gringos, eso no lo voy a negar, pero políticamente está prácticamente anulada. Además, engañó a los seguidores que creyeron que sería candidata presidencial por encima de las leyes venezolanas, y la gente le cobrará esas mentiras y falsedades.

Dignidad… La oposición terrorista está llena de serviles, los vemos diariamente lamiéndole las botas a los gringos, no los voy a nombrar a todos, sólo a César Pérez Vivas, porque es el que más me sorprende. Entiendo que tenga sus preferencias políticas, que adverse con todas sus fuerzas al Gobierno bolivariano, sin embargo, da pena ajena la manera cómo se le arrodilla a “Doña Violencia”. Si se le coloca en cuclillas a otra persona, no dijera nada, pero ¿a esta golpista? Recordemos que en una reunión para la fotografía, lo dejó con la mano extendida. La señora, si no le tiene asco, no quería aparecer junto a él en la postal. Mas, a Pérez Vivas no le importa, ahí anda orgulloso arrastrado ante ella, cuando él debe saber que, aparte de lo criminal, es una incompetente en grado superlativo.

El fantasma del “Tren de Aragua»… El almirante en jefe, Remigio Ceballos Ichaso, ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, y Vicepresidente de Gobierno para la Seguridad Ciudadana, desde hace algún tiempo dijo que el Grupo Estructurado de Delincuencia Organizada (GEDO) “Tren de Aragua”, había sido desmantelado y ya no existe.

Hace poco lo confirmó el candidato ganador, Nicolás Maduro, sin embargo, la extinta banda se ha convertido en el fantasma delictivo del hamponato en cualquier país del continente. Si algún muchacho arrebata una empanada y hay un policía y un periodista cerca, enseguida, no solo lo asocian con el desmantelado grupo criminal, sino que dicen que tienen información de que vieron a Superbigote limpiándose el mostacho cerca de donde se produjo el delito.

Tampoco extraña que alguien diga que el ladrón iba vestido de negro, dato que le sirve a la prensa para asociarlo al Sebin, e informar que los pudo enviar el presidente Nicolás Maduro, con el propósito de desestabilizar a los gobiernos de extrema derecha de la región.

Ahora, hay varios aspectos que quiero considerar acerca de lo que es la investigación policial y el manejo periodístico en sucesos: a) Cuando ocurre un robo, algún homicidio, más en este caso, en el que hay una velada intención de hacerle daño al Gobierno bolivariano, los periodistas suelen peguntar si el hecho está relacionado con los delitos cometidos por otras mafias u otros asesinos que operan en la región.

Y en estas circunstancias, es muy probable que el jefe policial lo asocie con el desaparecido “Tren de Aragua”, tomando en cuenta que muchas veces los mismos medios de comunicación ponen de moda o mantienen en el tapete a los grupos hamponiles, como han hecho con ese GEDO. Además, los jefes policiales, comenzando la investigación, sin saber lo que van a conseguir, lógicamente no pueden desestimar premisa alguna. “No descartamos ninguna hipótesis”, generalmente responden ante las insistentes preguntas de los periodistas. Y ahí siguen la bola del “Tren de Aragua”.

b) Cuando la prensa se hace obsesiva con algún caso, los cuerpos de inteligencia, para quitarse la presión mediática de encima, suelen apelar a lo más fácil. Vincular el hecho con cualquier banda o delincuente que esté sonando. Y con la guerra que hay contra el Gobierno de Maduro, ¿con cuál creen ustedes, amiga lectora, amigo lector, que lo relacionarían? No tengan dudas de que lo asociarían al desarticulado “Tren de Aragua”.

c) A los cuerpos policiales no les gusta que los casos se les “encangrejen”, es decir, les queden sin resolver, debido a que eso, entre otros aspectos, denota incompetencia, que la banda o el delincuente, le gane la partida a los sabuesos, por consiguiente, no descarto que los funcionarios en esos países, busquen resolver culpando a una banda desaparecida. En Venezuela, existía o existe el premio “Cangrejo de Oro”, para los investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), que los ganan los funcionarios que resuelven los crímenes más complejos.

d) Hay otra circunstancia en la que se atrapa al delincuente, y el periodista indaga y se entera de que el bandido es hijo de la madre, de la comadre de la cuñada de la otra señora, que pasó frente a la casa de uno de los criminales del extinto “Tren de Aragua”, y el bandido preso resulta asociado a la temible banda, porque es la que vende, impacta, y en el caso nuestro, cumple la función de golpear al Gobierno revolucionario que es el objetivo final de la canalla mediática.

De manera que es bueno, que en esos países donde siguen con el cuento de ese grupo, ya lo dejen descansar en paz, o pídanle colaboración a la CICPC, para que vean que si hay alguna alma en pena del “Tren de Aragua” asustando a las policías de otras naciones, tengan por seguro que los “petejotas” como le decimos en Venezuela a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, lo sacan de la misma tumba, si es que el esqueleto del bandido no sale corriendo al verlos llegar.

“Doña Violencia” invocó al diablo hasta que lo vio llegar … Ahora quieren responsabilizar a nuestro candidato ganador, Nicolás Maduro, de que la oposición terrorista sea un fracaso. Fue ella la que se autodestruyó, en su loca carrera por darle un golpe de estado o matarlo. Y los errores se pagan, como le sucede actualmente a “Doña Violencia”.

Hay un adagio que dice: no es igual invocar al diablo que verlo llegar. Y eso le ocurrió a esa señora. Estuvo todo el tiempo con ínfulas de política, hasta que le llegó el momento de la verdad, y derrapó. En realidad, ella siempre ha estado en crisis emocional, pero ahora que le tocó maniobrar en las entrañas del dragón de un país como Venezuela, en la que se requiere, no niñerías ni malcriadeces de riquita, sino preparación profesional, estatura de líder genuino, colapsó.

Entendamos que un candidato o candidata en Venezuela necesita analizar, pensar, tener capacidad de diálogo, de tolerancia, interactuar con la gente de nuestras comunidades sin irse en vómito; asimismo conocimiento, experiencia en asuntos de Estado y, lo más importante: sensibilidad humana, todo de lo que carece “Doña Violencia”, quien sigue anclada en sus pataletas y sus llamados a la mamá, para que no se asuste ante la mentira de que el Gobierno revolucionario le está haciendo daño.

En Venezuela lo menos que necesita un político es odio, indignación, frustración, sed de venganza, revanchismo, lo que a ella le sobra. Y aquí sí la podría ayudar el Gobierno revolucionario, pero estoy seguro que su ego, su arrogancia, su orgullo, no lo va a permitir. Nosotros tenemos dentro de nuestras filas a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, y uno de los mejores psiquiatras, que no dudo le haría un certero diagnóstico, para que comience con urgencia el tratamiento; esa señora mentalmente está grave.

Es tanta la torpeza de “Doña Violencia”, que cae en burdas ingenuidades. El fraude de la primaria, por ejemplo, una barrabasada organizada por Súmate y Vente Venezuela, en la que se lanzó ella sola, y encima de eso, dijo que había obtenido tres millones de votos, pensando que el Gobierno revolucionario se iba a quedar de brazos cruzados o chupándose el dedo. Enseguida le desmontó la maniobra. Y los pillos de la trampa no pudieron mostrar ni una sola prueba que avalara la legalidad de esa jornada. Todo lo desaparecieron y lo quemaron.

“Doña Violencia” es tan inepta e incapaz, que en una contienda y más en política, lo primero que se debe hacer es conocer al enemigo, y esa señora no se ha preocupado nunca por eso, porque ella como oligarca, pieza clave del fascismo y la derecha extremista, sólo tiene vista y oído para los norteamericanos. Y los gringos no mandan en Venezuela. Eso era en la IV República, cuando su familia oligarca quitaba y ponía presidentes o los trataba como perritos falderos.

Ahora está vencida, perdida, fracasada. La señora en su arrogancia oligarca creía que participar en hechos terroristas: guarimbas, intentos de golpes de estado, de invasión militar y magnicidio, era como mirarse en el espejo y ordenar a la criada que se comunique con la mejor estilista de Caracas, porque requiere unos retoques de urgencia… Se equivocó. Está derrotada y derrotada se quedará.

 

Por Gian Carlo Di Martino