Los problemas con la recolección de desechos sólidos en Maracaibo originó que en puntos estratégicos de los sectores se fuesen acumulando las bolsas de basura convirtiendo esos espacios en vertederos a cielo abierto, forma con la que la ciudadanía «resolvió» cómo deshacerse de los desperdicio en vista que en la capital zuliana se extinguió la modalidad de los días específico en el que el aseo urbano visitaba cada zona.
Tras las elecciones del 21 de noviembre la crisis con este servicio publicó se hizo más notoria. Maracaibo se hundió en la basura y los camiones del Instituto Municipal del Aseo Urbano (IMAU) dejaron de circular. Ya ni se observaban en los vertederos a cielo abierto, donde regularmente, durante la gestión de Willy Casanova, se les veía recogiendo los desechos.
En 18 de Octubre, Milagro Norte, Avenida Guajira, La Victoria, San Jacinto, Mara Norte, Bella Vista, Los Postes Negro, Circunvalación 2, entre otros sectores la basura se fue acumulando a un punto «alarmante».
Luego de la juramentación del alcalde Rafael Ramírez fue que se inició nuevamente con la recolección, pero notoriamente la atención se hace insuficiente, y ya en varias comunidades se reportan quema en los basureros.
La tarde de este miércoles en las calles principales de 18 de Octubre empezó la «humarada maloliente» que preocupa a los vecinos en vista de las enfermedades respiratorias en época de pandemia.
Daniela Chirinos, vecina de la avenida 2 del mencionado sector, reveló a Foco Informativo que los dueños de algunos locales se han dispuesto incendiar la basura en la madrugada y las personas aprovechan para seguir lanzando desechos.
«Ya esto no se aguanta», comentó la madre de dos niños que teme por la salud de los pequeños
Situación similar a la planteada por la vecina del 18 de Octubre se repite en otros sectores de Maracaibo.
El 4 de diciembre el alcalde Rafael Ramírez el primer plan que puso en ejecución fue del de «Maracaibo Sin Moscas» para atender la situación «crítica» en la que se frecuentara la ciudad, en materia de basura.
Por: María Gabriela Villalobos / Foto: Cortesía