En Venezuela aún existe tabúes en cuanto al tema de sanidad mental, según reveló el más reciente estudio PsicoData 2024 de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y eso, como cualquier otro tema de salud personal, no distingue entre las barreras económicas y sociales en las cuales los individuos de la nación se desenvuelven.
La mayor muestra de ello es que durante la presentación del PiscoData 2024, Danny Socorro, director de la escuela de Psicología de la UCAB, destacó que “los seguros ni siquiera cubren temas de salud mental”.
Ahora, ante ese panorama, surge la pregunta ¿Qué ocurre con las que no tienen dinero para pagar un seguro o una consulta privada de manera directa? Bueno la respuesta es sencilla esta, la consulta pública, que aunque, en algunos casos pudiera ser tardía, está allí a disposición; luego están las fundaciones y ONG que también ayudan a las personas, además de algunas de las escuelas de psicología del país que prestan algún servicio en zonas vulnerables.
Un ejemplo de ello es la Fundación Mi Reto, la cual trabaja desde hace 12 años en toda Venezuela. Jorge Vílchez, director de la organización benéfica, explicó que llevan ayuda social a las zonas económicamente vulnerables con la colaboración de al menos 100 voluntarios distribuidos en toda la geografía nacional.
“Tenemos menos frecuencia en lugares como Caracas, Valencia, Barquisimeto, Anzoátegui y en Delta Amacuro. Tenemos ahorita cinco programas activos que son el de Salud Mental, A Tu Salud (medicina general y especializada), Mi Pan de Vida (comedor), Escuelita los Próceres y un programa de Nutrición”, detalló Vílchez.
Depresión, ansiedad y estrés postraumático
En el estado Zulia la Fundación Mi Reto cuenta con 27 personas activas, quienes trabajan los programas anteriormente mencionados, muchos de ellos aplicados con especial énfasis en el oeste de Maracaibo ya que es el punto cardinal con mayores índices de pobreza en la ciudad, sin embargo, esto no quiere decir que no abarque otras zonas de vulnerabilidad en la capital zuliana.
Uno de esos voluntarios es René Torre Agape, psicólogo de la fundación, aseguró que las personas de los sectores más empobrecidos de la ciudad difícilmente no tienen para pagar una consulta que privada no baja de 20 dólares y en el área pública como se dijo anteriormente pueden tardar meses en obtener la cita.
Durante su trabajo con la fundación en estos sectores llenos de carencias, el psicólogo encontró que la depresión, la ansiedad y estrés postraumático son principales diagnósticos que más destacan.
“Diría que es variante la respuesta, pero vamos a ponerlo así como lo más común. La depresión y la ansiedad, en una equivalencia entre tres y cuatro consultas, porque realmente no es fácil abrirse; el estrés postraumático, también nos está tocando atender, así como se presentan algunos casos, no muchos, de autismo y muchos traumas heridas emocionales de la infancia”, detalló.
Sobre los casos de estrés postraumático, Torre especificó que sobrevienen, por ejemplo, de accidentes de tránsito, inseguridad personal e incluso abuso sexual.
Muy conscientes
El especialista Torre indicó que en la mayoría de los casos que acuden a la consulta porque son conscientes de que tienen problema psicológico que deben tratar y de eso depende su funcionamiento normal tanto en el trabajo, como con la familia y el hogar.
“Están consciente que saben que si no se tratan esto le traería múltiples problemas. Creo que están tan claros que buscan la ayuda y pienso que el primer indicador, pues eso demuestra la persona cayó en cuenta qué pasa algo”, señaló.
Sobre los grupos etarios, el psicólogo destacó que cada quien tiene sus propios problemas, aunque aseveró que muchos casos los adultos piensan que el niño o el adolescente el paciente, cuando la realidad es que hay todos están afectados.
“Realmente el problema grande es del adulto que no ha podido resolver y lo transfiere más allá por lo que a la larga todos necesitan atención. Como los niños no tiene capacidad de resolver los problemas por si solo van llevados por los papá, pero realmente los papás necesitan mucho trabajo”, recalcó Torre.
Según la experiencia del psicólogo, las personas tardan en abrirse, entre tres o cuatro consultas, incluso en los casos de abuso. Mientras que el período de sanación es mucho más extenso, aunque pudiera verse algún avance en la quinta o sexta sesión, se tiene que hablar de meses y hasta años.
Torre quien también es pastor evangélico, calificó el papel de la familia como “fundamental” durante proceso de sanación, en su apreciación la familia debe ser tratada o brindar las condiciones necesarias para que el paciente se recupere.
“Cuando una persona no tiene una red de apoyo social, siendo la principal la familia, la principal, esta no puede mejorar. Mientras que la fe suma esperanza, fortaleza, paz, tranquilidad, te brinda todos esos elementos necesarios para reconectar con el bienestar. Familia y fe es una combinación necesaria para la recuperación”, acotó Torre.
Para los interesados en pedir ayuda psicológica o ayudar a la Fundación Mi Reto en su tarea, pueden acercarse al área de consulta médica, en el sector Altamira Sur, detrás de los edificios Río Piedra, parroquia Cristo de Aranza. Igualmente, si desean contribuir en los otros programas, pueden ir a la sede principal de la organización, ubicada en la calle Colón con avenida Padilla, edificio Estrella de la Mañana, parroquia Bolívar, o acercarse al barrio Santa Inés, en Antonio Borjas Romero, donde se encuentra el comedor. También los pueden contactar a través de su cuenta de Instagram @fundacionmireto
Por: José Manuel Sánchez / Fotos: Cortesía