La propagación de la viruela del mono y su prevalencia entre hombres homosexuales causa frustración y miedo, y levanta incertidumbres en una comunidad que aún carga las cicatrices del estigma durante los primeros años de la epidemia del sida.
Aunque hay muchas interrogantes sobre la enfermedad, la mayoría abrumadora de los pacientes con viruela del mono en Estados Unidos se identifican como LGBTQ+ y son hombres.
Para algunos, la situación evoca aterrorizantes paralelismos con la década de 1980, cuando el VIH/sida fue visto como una «plaga gay» y hospitales y funerarias rechazaban a pacientes y víctimas, mientras funcionarios de la Casa Blanca hacían bromas homofóbicas o simplemente ignoraban el virus.
En una reunión esta semana en West Hollywood, barrio de Los Ángeles que se ha convertido en un bastión LGBTQ+, el actor Matt Ford recibió una calurosa ovación luego de narrar en detalle los «insoportables» síntomas que padeció al contagiarse con la viruela del mono.
Su relato, inicialmente hecho en redes sociales, lo volvió una referencia en la comunidad.
«Tenía dudas antes de hablar públicamente sobre mi experiencia«, dijo a la AFP después del encuentro en el cual doctores y activistas intentaron despejar incertidumbres.
«Antes de tuitear, estaba indeciso por el estigma social y por la crueldad de las personas, especialmente en internet«.
Pero su deseo de «advertir» sobre la enfermedad previo a las celebraciones del Orgullo LGBTQ+ lo empujó a hablar.
Los doctores recordaron que aunque la viruela del mono no ha sido clasificada como una enfermedad de transmisión sexual, sí puede transmitirse a través del contacto sexual, siendo hombres que tienen relaciones sexuales con hombres los más afectados hasta el momento.
«Impactados desproporcionadamente»
La Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia sanitaria global, e instó a hombres gays y bisexuales a reducir su número de parejas.
«Al final de cuentas no es homofóbico decir que ciertos grupos están impactados desproporcionadamente por el brote de la viruela del mono. Y en estos momentos se trata de la comunidad queer«, dijo Grant Roth, quien integra una red que recolecta información sobre la viruela del mono en Nueva York.
Con más de 4.900 contagios, Estados Unidos concentra más casos que cualquier otra nación, con los estados de Nueva York y California liderando las estadísticas.
Las ciudades de Nueva York y San Francisco declararon emergencia sanitaria para dar mayor celeridad a los esfuerzos para controlar el contagio.
Andrea Kim, directora del programa de vacunas del condado de Los Ángeles, dijo que la ciudad debe recibir «próximamente» una unidad móvil de inmunización contra la viruela del mono.
Pero en estos momentos, sin suficientes vacunas para atender la demanda, los voceros abogaron por prevención sexual y notificación ante la aparición de síntomas.
«Mientras más medidas tomemos para protegernos y a nuestras parejas, más rápido terminaremos este brote«, dijo Dan Wohlfeiler, quien ha trabajado con prevención de VIH e infecciones de transmisión sexual durante más de tres décadas.
Wohlfeiler exhortó a las personas a informar a sus parejas apenas sientan algún síntoma, y a utilizar las «lecciones del covid» para enfrentar la propagación, creando temporalmente burbujas dentro de las cuales prive la información y la protección.
«El gobierno falló»
«Este es otro evento traumático para muchos de nosotros. Ojalá que el acceso a las vacunas aumente significativamente en seis u ocho semanas«, dijo Wohlfeiler.
Las autoridades sanitarias prometen otras 786.000 dosis, lo que elevaría a más de un millón de inmunizantes disponibles en Estados Unidos.
Pero para algunos la ayuda llega tarde y escasa.
«Se ha culpado a los hombres que tienen sexo con hombres y a la comunidad LGBTQ+ por esto, cuando en realidad mucho de esto es que el gobierno falló en actuar de forma apropiada«, dijo Grant Roth.
«El gobierno debía haber garantizado las vacunas y ampliar el testeo. Nosotros no somos los conductores de esto, es la inadecuada respuesta sanitaria del gobierno«.
«¿Por qué el gobierno no actúa con más rapidez?«, cuestionó Jorge Reyes Salinas, de Equality California, una coalición de activistas y organizaciones LGBTQ+.
«Necesitamos más recursos y más atención, esto no es sólo una preocupación LGBTQ+ y no debe ser visto así«, agregó.
La sensación de desatención es tal que para algunos presentes en el cabildo de West Hollywood, la reunión con doctores y activistas fue un privilegio.
«Estoy orgullosa de pertenecer a esta ciudad y tener esta oportunidad» de escuchar a los participantes, comentó a la AFP una mujer trans latina que prefirió no identificarse.
«Pero cómo no tener miedo, si históricamente nos han discriminado. Espero que esta vez sea diferente«.
Por: Agencia