El alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, alertó este martes contra el «cáncer» de la desinformación que pone en peligro la «salud» de la democracia, en un año en que más de dos mil millones de personas en el mundo están llamadas a las urnas, y abogó por usar recursos para «encapsular» los «bulos» y limitar al máximo su divulgación.
A menos de cuatro meses de las elecciones europeas, Borrell se expresó así este martes durante una conferencia sobre «manipulación e interferencia de la información extranjera» en la que presentó los puntos claves del segundo informe sobre desinformación extranjera del Servicio Europeo de Acción Interior (SEAE), que él dirige.
«La política y la seguridad ya no son sólo una cuestión de armamento ni de ejércitos. Es una cuestión de información (..) de cómo los ciudadanos se alimentan con la información«, dijo Borrell, para quien la información maliciosa es «un veneno que puede colonizar nuestras mentes«.
¿Qué medidas aplicar en un año marcadamente electoral?
En 2024, «crítico», la mitad de la población mundial acudirá a las urnas en 60 países, incluidos los ciudadanos de los Veintisiete que renovarán el Parlamento Europeo entre los días 6 y 9 de junio; en Estados Unidos, México o en la India, entre muchos otros.
«Las elecciones se convertirán en el objetivo principal de actores malignos, como hemos visto en las últimas elecciones españolas» del 23 de julio pasado, advirtió Borrell.
En su informe, el SEAE detectó, investigó y codificó 750 casos de incidentes de interferencia y manipulación de información entre el 1 de diciembre de 2022 y el 30 de noviembre de 2023, en las que se identificó la injerencia del Gobierno ruso y la activación de canales en Telegram para divulgar todo tipo de desinformación antes, durante y después de esos comicios.
Borrell aludió a que una de las acciones llevadas a cabo por los agentes rusos en España fue imitar el sitio web oficial del gobierno regional de Madrid a dos días de las elecciones para alertar falsamente a la gente de que ETA tenía previsto atentar en los colegios electorales.
Cómo socavar la confianza de los ciudadanos en los procesos democráticos es una de los principales objetivos de los actores extranjeros, como Rusia o China, que usan la manipulación y la interferencia de la información como una herramienta sistemática de su política exterior, según el informe del SEAE que propone una batería de acciones para complementar actuaciones ya operativas.
Y es que una buena comunicación y defensa contra la manipulación e interferencia de información extranjera (FIMI, en sus siglas en inglés) debe empezar con «mucha antelación» antes de las elecciones, subraya el informe, que considera «crucial» la cooperación entre países, comunidades y partes interesadas.
Analizar riesgos, elaborar un plan de acción para responder a la desinformación y ser reactivos para contener o evitar que los posibles incidentes se propaguen más, tratar de «encapsularlos», minimizar el impacto de los ataques y recuperarse del daño potencial, incluso contraatacando con humor son algunas de las medidas incluidas en el informe del SEAE y defendidas por Borrell.
Pero lo que hace que la amenaza de la desinformación, incluso a democracias consolidadas, sea mayor es -dijo Borrell- la revolución de la inteligencia artificial que hace «hoy más barato producir y mucho más difícil detectar una información completamente falsa«.
«La información circula a la velocidad de la luz. Y la manipulación y la injerencia se han convertido en una actividad industrial«, lamentó.
Zelenski y Borrell, las dianas desinformativas de 2023
El país más afectado de los 53 analizados fue Ucrania, con 160 casos registrados, seguido de Estados Unidos (58), Polonia (33), Alemania (31), Francia (25) y Serbia (23). También estudiaron Australia (20) y América Latina (21), lo que nuestra que es un fenómeno global, según el informe.
La UE (19 %), la OTAN (15 %), las fuerzas armadas de Ucrania (14 %), la ONU (3 %), así como diversos medios de comunicación como Euronews (3 %), Reuters (2 %), Deutsche Welle (2 %) o el New York Times (2 %) fueron, por ese orden, los más atacados en esta categoría de organismos.
Y en la de personas los más afectados fueron el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy (40 %), el jefe de la diplomacia europa Josep Borrell (20 %), la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (9 %) y el presidente francés Emmanuel Macron (4 %), pero también los actores de cine como Elijah Wood, Nicolas Cage o Margot Robbie.
Y las plataformas involucradas con mayor frecuencia fueron Telegram y X, pero la interferencia extranjera se observó en prácticamente todas.
Por: Agencia