El presidente estadounidense, Joe Biden, se reúne este martes con líderes republicanos con la esperanza de romper el estancamiento de las negociaciones sobre el límite de endeudamiento del país, cuyas repercusiones podrían extenderse a las elecciones presidenciales del próximo año.
Biden recibirá a las 16H00 de Washington (20H00 GMT) al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y al líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, para buscar acuerdos que terminen con una lucha de poder que amenaza con causar graves problemas a la economía más grande del mundo.
Elevar el tope de emisión de deuda, que permite al gobierno pagar gastos, suele ser algo habitual.
Sin embargo, aumentar el máximo actual, que es de 31,4 billones de dólares y fue superado ya en enero, se convirtió en una guerra que enfrenta a la Casa Blanca con los congresistas republicanos, que demandan recortar gastos y achicar el déficit fiscal como condición para autorizar un mayor endeudamiento del gobierno federal.
En 2011, el empantanamiento llevó a que Estados Unidos perdiera la codiciada calificación «AAA» para deuda.
Este año, McCarthy y su Partido Republicano decidieron decirle «No» a elevar el tope de la deuda, a menos que los demócratas acepten primero drásticos recortes presupuestarios.
Es una carrera contra el tiempo. El domingo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, advirtió que si el Congreso no resuelve rápidamente el asunto «se desataría el caos financiero y económico».
«Claramente la distancia es inmensa enre la posición del presidente y la de los republicanos», indicó sobriamente Yellen el lunes.
Biden pretende que al aumento de este límite de emisión de deuda no quede atado a ninguna condición.
Sin ceder terreno
El martes se unirán a Biden y a los republicanos los líderes demócratas en el Congreso: el de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y el de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer.
Jeffries destacó en una entrevista el domingo que no se comprometería a apoyar un aumento de corto plazo y señaló que la única «acción responsable» es aprobar un incremento.
«El Congreso debe actuar. Eso es lo que el presidente va a dejar muy en claro con los líderes (…). El Congreso debe evitar el default sin condicionamientos», machacó el lunes la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Pero no se prevé que las conversaciones generen una rápida solución.
Los demócratas también se refirieron al plan republicano en la Cámara para elevar el límite de endeudamiento con drásticos recortes presupuestarios como la «ley Default».
En el Senado también se prepara un choque, ya que 43 republicanos firmaron el fin de semana una carta dirigida a Schumer expresando su compromiso colectivo de oponerse a subir el techo de la deuda «sin una reforma sustancial del gasto y del presupuesto».
Un fracaso en alcanzar una solución puede no solo desatar una tormenta en Wall Street, sino también impactar a Biden, en campaña para su reelección en 2024.
Wall Street abrió a la baja el martes y la firma de análisis Oxford Economics señaló en una nota que los inversores «evitan la deuda estadounidense que vence en junio, julio y agosto». Algunos títulos llamados «Credit Default Swaps», una suerte de seguro contra el riesgo de default, se intercambian a niveles históricamente altos, un indicador más de la inquietud que reina en el mundo financiero.
Incertidumbre
Aún no está claro si el gobierno se quedará sin fondos para pagar sus deudas, una situación que puede salpicar a los mercados financieros y tener otras consecuencias. La semana pasada el Tesoro advirtió que esto puede suceder el 1° de junio.
Los pagos del Tesoro podrían interrumpirse por algunos días «hasta que a mediados de junio se materialice una oleada por pago de impuestos» que incrementará el flujo de ingresos federales.
Pero los mercados financieros están seguros de una reacción negativa si los legisladores permiten que esta fecha llegue sin solución, con ventas masivas en los mercados de acciones, lo que posiblemente «catalizará la acción posterior» en el Congreso para resolver el problema.
Mientras los analistas esperan en general que la disputa se resuelva, Nancy Vanden Houten, también de Oxford Economics, añadió a la AFP que los congresistas pueden «querer arriesgar algo sin precedentes en pos de lo que están tratando de alcanzar».
«Creo que los riesgos ciertamente son elevados con respecto a anteriores estancamientos sobre el límite de deuda», subrayó.
Los estadounidenses ven como espectadores esta pulseada y no parecen tomar partido por ningún bando. Un sondeo de Gallup muestra que en materia económica solo 35 por ciento confía en Biden, y 38 por ciento en la cúpula republicana.
Por: Agencias / Foto: Cortesía