Australia busca de manera discreta por la vía diplomática la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien está más cerca de ser extraditado de Reino Unido a Estados Unidos, según informaciones difundidas por la prensa local que el primer ministro, Anthony Albanese, eludió desmentir este lunes.
Una fuente gubernamental anónima reveló al Sydney Morning Herald que el asunto de Assange y su puesta en libertad ha sido planteado por representantes del gobierno de Albanese ante funcionarios estadounidenses de alto rango, según un artículo publicado el domingo.
Preguntado este lunes por el asunto, Albanese recordó en Melbourne que ya dejó clara su postura cuando era líder de la oposición y se mostró a favor de la liberación de Assange, pero evitó confirmar la información de manera explícita.
«Pretendo liderar un gobierno que se relacione diplomática y apropiadamente con nuestros socios», dijo escuetamente Albanese, sin dar detalles.
El pasado diciembre, cuando aún era líder de la oposición, Albanese afirmó que el fundador de WikiLeaks «ya ha pagado un gran precio por la publicación de esa información» y que no veía de qué servía «la persecución continua del señor Assange».
Pese a su discreción, las declaraciones de Albanese de hoy suponen un giro a la posición de la otrora gobernante coalición Liberal -Nacional, que estuvo en el poder desde 2014 hasta mayo pasado y que consideraba que el caso de Assange estaba en manos de la justicia de sus dos aliados, Reino Unido y Estados Unidos.
Para la esposa del fundador de WikiLeaks, Stella Assange, también el nuevo enfoque de Camberra le da un «sentimiento de cambio» de dirección, según manifestó a la emisora pública australiana ABC, aunque acotó que le parece «obvio» que «el Gobierno australiano hable con sus aliados más cercanos para cerrar este caso».
Assange, acusado por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, a raíz de las revelaciones de su portal sobre abusos de EEUU en Guantánamo (Cuba), Irak y Afganistán, está más cerca de ser entregado a ese país después de que la ministra británica de Interior, Priti Patel, firmase el viernes pasado la orden de extradición.
Tras la rúbrica de la ministra, después de que el pasado 20 de abril un tribunal británico autorizara la entrega de Assange para ser considerada por el Gobierno del Reino Unido, la defensa tiene 14 días para apelar la decisión.
El equipo legal de Assange -quien lleva más de diez años confinado en Reino Unido sin ser convicto y se encuentra desde 2019 en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, al este de Londres- cree que el periodista australiano puede ser condenado en Estados Unidos hasta 175 años de cárcel en ese país.
Por: Agencia