jueves, noviembre 21

Álida Valbuena, de la desesperanza a la vida gracias a Jesús de la Misericordia

 

Hace un año todo indicaba que la vida de Álida Valbuena llegaba a su fin tras llegar a sus 95 años. Al menos, eso lo que los especialistas de tres centros de salud, dos públicos y uno privado, previeron para esta mujer que levantó nueve hijos prácticamente sola y con mucho trabajo.

En el transcurso de su vida, la señora Álida siempre fue una mujer saludable al punto que a su edad no sabe que es la diabetes o la hipertensión. Tal vez eso mismo ayudó al momento de finalizar su matrimonio, cuando decide asumir la crianza completa de sus hijos sin ayuda de nadie.

“Ella trabajo en casas de familia y también cosió mucho. Incluso le hizo el vestido de novia a mi hermana”, contó Omer Carrizo, uno de sus hijos menores y periodista de trayectoria nacional, a Foco Informativo.

Pero como dice la sabiduría popular: La edad no viene sola y el año pasado el anciano cuerpo de esta mujer recibió la ‘factura’ en forma de un derrame pleural bilateral, es decir líquido en sus pulmones, además, lesiones en el mediastino y colapso de lóbulo pulmonar inferior, mientras que el lóbulo superior derecho otra herida, según explicó una médica a los familiares.

Especialistas del Hospital Universitario de Maracaibo, el General del Sur y una clínica privada ubicada en la avenida 8 Santa Rita coincidieron que era algo grave y que lo mejor que se podía hacer era llevarla a su casa para que estuviera en paz.

Momento indicado

Todo esto ocurría entre el final de la Semana Santa y la víspera de la del Domingo de la Misericordia por lo que Carrizo decidió hacerle seguimiento a esta creciente manifestación a través del rezo de la Coronilla transmitida por el Canal 11.

“Cuando llegó el día de la Misericordia (el año pasado) yo la dejé a ella agonizante. Yo la dejé con mi sobrina y me fui hasta Grano de Oro. Lo único que hacía era llorar y todo el mundo me preguntaba: ‘¿Qué le pasa señor?’. Cuando llegó la imagen me acerqué hasta donde estaba y me hinqué y dije a Dios: ‘Lo que quiero es que me la dejes un tiempo para yo aceptar y entender tu designio Señor. Creo que si ella se muere yo muero con ella’. Mi corazón no aguantaba”, explicó.

Recuerda que en ese momento ni siquiera presenció la misa. Camino a su casa encontró a una prima quien le dijo: “Quédate tranquilo que, si ya le pediste a Jesús de la Misericordia, él te lo va a conceder”.

Carrizo asegura a que esas palabras hicieron que su ánimo regresara y volviera a su casa con una fe, la cual fue ratificada al otro día cuando la señora Álida abrió los ojos y pidió comida.

El día después del Domingo de la Misericordia la señora Álida reacciona es y traslada al Sistema de Salud Madre Rafols, donde le hacen unos nuevos rayos X, cuyo resultado parecía sombrío.

Dios escucha y se manifiesta

“La cara del técnico radiólogo no era buena”, indicó Carrizo, quien añadió que el especialista en imágenes solo dijo: “Los resultados se los dirá la doctora”.

El periodista recuerda que tras entregar la placa a la médico lo único que pudo hacer fue llorar y a abrazar a su madre junto a los parientes que lo acompañaba, hasta que la galeno hizo una serie de preguntas sorprendieron a todos en la sala.

“Escuché la voz de Jesús cuando la doctora se voltea y nos pregunta: ¿Por qué la lloran? Ella no está mal” Carrizo sorprendido cuestiona a la experta. “¿Cómo que no está mal?”. Luego de una de una comparación entre los primeros rayos X y los hechos en el Hospital Madre Rafols vieron que la diferencia era notoria. En la primera placa los pulmones de la paciente estaban blancos, mientras que en la segunda estaban limpios.

“¿A Ella la drenaron? Preguntó la doctora a Carrizo quien respondió que no debido a su edad. “Tu mamá botó el 90 por ciento del líquido y está bien. Luego de un tratamiento ella puede recuperarse, no es que te voy a decir que vivirá muchos años, pero sí con sus cuidados y todo puede vivir por un tiempo”, dijo la especialista.

De regresó a Cuatricentenario, donde habita la familia Carrizo, todos recuperaron el ánimo, incluida la señora Álida, quien lleva una vida normal para una persona de su edad, la cual conlleva cuidados especiales, pero no de una persona que está enferma y al borde de la muerte.

De un tratamiento de 13 pastillas, de las cuales no podía ingerir todas por su tamaño, pasó a 1, come pizzas, hamburguesa, arepa y toma refresco. Además, lee revista, le encantan los programas de concurso de la televisora española Antena 3 y baila con su hijo periodista, quien describe la mejoría de su madre como un testimonio de fe en Jesús de la Misericordia.

“No diré que es un milagro porque eso le corresponde a los expertos determinarlo, pero es un favor concedido por Jesús de la Misericordia”, acotó.

El mensaje

Carrizo indicó que este año no podría ir a la misa y mucho menos a la caminata porque debe cuidar a su madre. Aunque aseguró que verá el evento por los canales que los transmitirán y estos días, junto a familiares y vecinos, realiza la Novena de la Misericordia Divina en su casa.

El profesional de la comunicación llamó, finalmente, a ratificar la fe en Dios y aprovechar esta época de conversión para los pecadores. También aprovechó la oportunidad para pedir por el cuidado de los adultos mayores.

“Yo hice la promesa que después de que mi madre parta de este mundo y apoyado en mi profesión me dedicaré a promover obras sociales para los viejitos. Por mi experiencia con ella, desde hace 11 años entregado a su cuidado, creo que la clave de todo esto es el amor hacia ellos y la fe en Dios”, puntualizó.

Por: José Manuel Sánchez / Fotos: Lizaura Noriega