Las intensas precipitaciones ocurridas por el fenómeno de la vaguada en las últimas tres semanas en los Andes y la subregión Sur del Lago de Maracaibo ha dejado una estela de calamidad, hambre y mordidos de culebra, constató Foco Informativo en un recorrido realizado por la zona.
Las labores de atención por parte de los entes de gobierno se deberán multiplicar en los próximos días, debido a lo extenso de los daños dejados por los desbordes de ríos e inundaciones que han afectado a poblados enteros, cuyos habitantes ven profundizados los problemas por la impetuosa acción de la naturaleza, que junto a la desatención oficial acumulada, dejó sus graves consecuencias.
Un ejemplo de esta situación se refleja en el pueblo de Boscán, una humilde comunidad del municipio Sucre, del estado Zulia, cuyos pobladores se dedican principalmente a la pesca de cangrejas que le ofrece el Lago de Maracaibo.
Sus habitantes comentan lo vivido durante el tiempo que los azotó el clima, y las consecuencias que dejó el paso de la vaguada.
Cuentan su pesadilla
Los aguaceros caídos en este pueblo estuvieron acompañados por fuertes chubascos.
Las agitadas olas del lago chocaban contras las corrientes que trataban de buscar su desembocadura en el estuario zuliano. Ambas se confundieron dejando inundaciones en la totalidad de las viviendas que se ubican en toda la costa.
Neida Cecilia Galíndez, es una de las más elocuentes de la tragedia que le tocó vivir con la vaguada, aunque señala que no es «problema nuevo».
El muro que contenía las aguas del caño, con el paso del tiempo se perdió, y aunado a la falta de mantenimiento del cauce hace que las aguas se desborden hacia las viviendas.
Los daños materiales se acumulan en todas las familias en mayor o menor cuantía, pero todos son afectados.
Los pocos enseres y electrodomésticos que poseen sufrieron por la crecida las aguas.
La presencia de organismos del Estado supone solo una visualización y levantamiento de la data, porque en el caso de Boscán, la atención brindada hasta el momento se reduce solo a eso.
Los vecinos exigen que se atiendan los problemas de infraestructura relacionados con la limpieza del caño, dotación de una bomba de achique en la zona, y mejora de las viviendas afectadas.
Ello solo supone un plan de acción de emergencia, porque en Boscán se han estado acumulando problemas sociales mucho más graves relacionados con salud, seguridad y educación que aprovechan la visita de Foco Informativo para denunciar.
Así lo reflejan las palabras de Marianela Herrera, jefa de un hogar donde cohabitan 14 personas, entre sus hijos, nueras y nietos.
Refiere Herrera, quien debe atender además a un hijo con condición especial, que las lluvias vividas hace apenas unos días agudizaron las insuficiencias del hogar al dañar lo poco que poseen como muebles, escaparate, un televisor, la licuadora, el microondas entre otras cosas. Situación que también fue señalada por Eliana González, madre de tres niños.
Sin embargo, la situación intrafamiliar de Herrera, la deja a un lado para mostrar las carencias de un ambulatorio, de una escuela con buenas condiciones y hasta un módulo policial que les garantice la seguridad.
Jessica Andreina Villegas Perico también asegura que perdió los pocos enseres domésticos que había podido adquirir en su humilde morada. Logró rescatar los colchones y otras cosas, pero la mayoría está afectada por las aguas.
Y por último, Merlys Johanna Valdez Ortíz, quien de sus tres hijos tienen una niña con discapacidad por la cual solicita una atención ya que, presenta problemas motrices. Ahora le toca sortear la calamidad de la lluvia, pero confía que todo pasará aunque insiste en destacar que su hija requiere ser atendida en su salud.
Mordidos de culebra
En las últimas tres semanas los casos de mordeduras de culebras se multiplicaron en la zona.
Uno de los que vivió esta pesadilla fue el joven José Rivera quien señala que estuvo internado en un centro de salud durante 13 días recibiendo tratamiento contra el veneno de una culebra del tipo guayacán (mapanare).
Asegura que la víbora tenía un metro 20 centímetros y lo alcanzó cuando él trataba de cruzar el caño.
Una de sus familiares enumeró al menos unos seis o siete casos más que se han presentado en la comunidad tras las lluvias, y agrega que al parecer las mismas no eran tan venenosas, porque los afectados sobrevivieron.
Apoyo para el trabajo
Actualmente la actividad pesquera de la que obtienen los recursos la mayoría de las familias en Boscán para su subsistencia está paralizada. La inestabilidad climática en la zona y los chubascos impiden que las embarcaciones puedan salir al lago a pescar la cangreja.
Ante la situación calamitosa que los embarga, las familias refieren que atendidos los problemas macros del pueblo ellos pueden resolver trabajando en lo que saben hacer que es la pesca de cangrejos.
Pero para ello requieren el apoyo del gobierno, ya sea nacional, regional o municipal, para la obtención de las herramientas y así salir adelante ante la tragedia que dejó la intensa vaguada.
Señalan que algunas embarcaciones presentan daños y necesitan ser reparadas, pero no cuentan con los recursos para ello.
Por: Edgar Bolívar / Fotos y Video: Lisaura Noriega