lunes, noviembre 18

Los psicofármacos aumentan un 28 % su precio en febrero

La Fundación Rehabilitarte registró en su monitoreo “¿En Cuánto el Récipe?” un aumento promedio del 28 % en el precio de los psicofármacos durante febrero en Maracaibo, pese a la creciente tendencia a “dolarizar” la economía. Los ansiolíticos presentaron el alza mayor, con un 118 %.

Les siguen los moduladores del estado de ánimo con un 57 % de aumento, mientras que los antidepresivos un incremento del 36 % con respecto al mes anterior. Por el contrario, los anti-convulsivos y anestésicos registraron una disminución del 2 % en su costo.

Por otro lado, en el monitoreo de 29 farmacias distribuidas entre 11 parroquias de la capital zuliana destacó una lista de 20 medicamentos que estuvieron totalmente escasos, entre ellos Haloperidol de 20 mg y Diazepam de 1 y 2 mg.

En promedio se registró un índice de escasez de psicofármacos del 66.14 %, liderado por los anti-parkinsonianos y los estimulantes, ambos con un 86.2 %. Les siguen los ansiolíticos, con un 79 % de carestía.

La constante escasez, que se sigue situando por encima del 60 %, aunada con la incesante inflación inclusive en una economía casi “dolarizada”, hacen que la salud se convierta en un derecho de difícil acceso para los zulianos, tomando en cuenta que las instituciones públicas no cuentan con los recursos suficientes para cubrir la demanda y la economía no propicia un escenario en el que las personas puedan acceder a la salud de manera adecuada.

El tratamiento para la esquizofrenia cuesta más de $ 10
La Fundación Rehabilitarte estimó en su monitoreo de febrero que el tratamiento mensual para una persona con esquizofrenia cuesta Bs. 46.48 o $ 10.61. Es decir, se necesitarían más de seis salarios mínimos para costearlo, el cual se sitúa en Bs. 7.

Cabe destacar que dicha cifra se basa en un tratamiento prototipo, sin embargo, en la práctica cada caso se debe evaluar de manera individual.

La esquizofrenia es un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de ideas delirantes (creencias demostrablemente falsas o incoherentes), alucinaciones y/o comportamiento desorganizado. Asimismo, limita un buen funcionamiento social, laboral o académico, y genera un malestar clínicamente significativo para quien la padece y para su entorno cercano.

Finalmente, instamos al Estado a dotar de recursos y potenciar las estructuras de atención en salud mental, para que quienes padezcan algún diagnóstico, entre ellos la esquizofrenia, puedan contar con una alternativa digna. También recomendamos a las agencias que coordinan la respuesta humanitaria en Venezuela incluir a la salud mental en sus programas de asistencia.

Por: Nota de prensa