Una semana sin agua tienen los presos del Centro Penitenciario de Occidente (CPO), ubicado en el municipio Córdoba del estado Táchira. Son aproximadamente 1700 los privados de libertad, entre hombres y mujeres, quienes se ven afectados por los planes de racionamiento que se realizan en la región.
Los familiares de los presos explicaron al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) que en un hogar se pueden tomar previsiones ante el racionamiento, pero los reclusos no tienen la posibilidad de almacenar agua. Durante los últimos días no han tenido acceso al líquido, por lo que las letrinas colapsaron y el hedor es insoportable.
En ese sentido, los presos tampoco pueden bañarse ni lavar sus uniformes. Hay mujeres con la menstruación, quienes se ven severamente afectadas al no poder asearse adecuadamente, mientras que lo más grave es que no tienen agua para su consumo y mucho menos para lavar y realizar los alimentos.
Aunque la entrega de paquetería es semanal, y algunos pueden llevar agua y bebidas claras, esto no es suficiente. Son muchos los familiares que viajan al CPO una vez al mes por el alto costo del transporte público. Recordemos que un pasaje ida y vuelta al penal tiene un costo aproximado de entre 8 y 30 dólares, dependiendo de la distancia.
Por otra parte, los familiares aprovecharon para denunciar ante OVP que esos días que viajan hasta el penal aprovechan para llevar la mayor cantidad de arepas, así como también proteínas porque dentro del CPO no les proveen una alimentación balanceada. “Lo que más consumen estos muchachos es arroz con remolacha, eso no los sustenta nada, por eso es que bajan de peso”, puntualizó un familiar.
Cabe recordar que el responsable de proveer alimentos a los privados de libertad es el Ministerio de Servicios Penitenciarios, así como también vale resaltar que no es la primera vez que en el CPO denuncian las precariedades del penal y la mala alimentación que reciben los privados de libertad.
Nota de Prensa de Observatorio Venezolano de Prisiones