viernes, noviembre 8

El ciberacoso en Corea del Sur empuja a las víctimas al suicidio

«Feminista que odia los hombres«, «enferma mental«, pedidos para que la «conviertan en comida para perros«… La activista Kim Ju-Hee ha aguantado todo tipo de insultos de los ciberacosadores de Corea del Sur, que llevan con impunidad a cada vez más víctimas al suicidio.

Desde estrellas de K-pop a figuras menos conocidas como un jugador de voleibol que se quitó la vida este mes, la crisis de ciberacoso de este país asiático se agrava y las víctimas no ven una salida, alertan los activistas.

En un país con un machismo muy arraigado, donde un candidato presidencial puede denigrar el feminismo y los comentarios misóginos proliferan en los foros de internet, los ciberacosadores pueden arruinar la vida de la gente sin enfrentar repercusiones.

YouTube es una plataforma clave. Un video atacando a la activista Kim obtuvo cientos de miles de visualizaciones y provocó miles de comentarios que incluían amenazas de muerte.

«Siempre me siento insegura«, reconoce a AFP Kim, que trabaja como enfermera. «Siento que esto nunca terminará salvo que me quite la vida y desaparezca«, continúa.

Este mes, el voleibolista surcoreano Kim In-hyeok se suicidó tras haber sido brutalmente ridiculizado en línea, blanco de una avalancha de comentarios de odio y rumores de que era gay.

En enero, la youtubera BJ Jammi terminó con su vida tras años de abusos en los que los troles la tildaban de ser «una feminista que odia a los hombres«.

Su tío atribuyó la tragedia a «una grave depresión causada por comentarios maliciosos y rumores«, según la publicación en su cuenta de Twitch que anunció su deceso.

La madre de Jammi ya se había suicidado en 2019, un hecho que su hija atribuyó también al ciberacoso en una emisión en directo por Twitch en la que reconoció tener problemas de salud mental.

«A aquellos que me dejan comentarios de mala fe, ¿es divertido hacerme sufrir y destruir mi vida?«, lanzaba en esa emisión de 2020.

Un acoso lucrativo

Las cuentas antifeministas de YouTube surcoreanas, algunas con cientos de miles de seguidores, se aprovechan de este acoso, indican los expertos.

«Los youtuberos famosos ganan más atención subiendo videos denunciando el feminismo y las feministas«, explica a AFP Jinsook Kim, en un posgrado en la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos).

Las mujeres y las personas de grupos minoritarios en la esfera pública son particularmente vulnerables a estos ataques, aseguran los expertos. Además, la falta de leyes antidiscriminación en el país deja a las víctimas expuestas.

«No fueron acosados al azar«, sino que fueron señalados y acusados de ser «feminista o gay«, indica Jinsook Kim sobre los casos del voleibolista y la youtubera BJ Jammi.

Otras mujeres en la esfera pública han visto información personal suya divulgada en internet por youtuberos que las acusaban de odiar a los hombres.

Algunos incluso emitían en directo mientras seguían a su víctima y le lanzaban amenazas de muerte y violación, lo que generaba más visualizaciones y beneficios.

«Continúan produciendo contenido de odio y sensacionalista para sacar provecho«, dijo Jinsook Kim.

Y hasta ahora, muy pocas acciones judiciales contra estos troles terminaron con éxito.

En un país ultraconectado y con una de las mejores velocidades de internet del mundo, las mujeres célebres han aguantado acoso en línea durante décadas.

En 2008, la destacada actriz Choi Jin-sil se suicidó tras resistir a un ciberacoso por presuntas acusaciones de que había trabajado para una usurera casa de préstamos.

En 2019, la estrella de K-Pop Goo Hara se quitó la vida tras ser víctima de amenazas de una «pornovenganza» por un exnovio. Semanas antes, su amiga y compañera Sulli también había sido hallada muerta tras numerosos ataques en línea por, entre otras cosas, no utilizar sujetador.

Víctimas desatendidas

Los suicidios de celebridades tras sufrir ciberacoso suelen desencadenar una profunda conmoción y peticiones a las autoridades para cambiar la situación. Pero se han dado pocos pasos adelante.

Conocida por su sociedad competitiva, Corea del Sur tiene una de las tasas de suicidio más altas del mundo desarrollado.

Cualquiera que es «percibido diferente a la norma» está en riesgo de un ataque virtual del que es difícil reponerse, explica a AFP el periodista y comentarista en línea en Seúl Raphael Rashid.

Las víctimas de ciberacoso sienten que «no tienen ningún lugar adonde escapar» una vez que su perfil público está destruido y que «la sociedad no tolerará su existencia«, añade.

La activista Kim asegura que estos ataques la han hecho pensar en el suicidio. «Es como si todo el mundo te girara la espalda«, se sincera.

A no ser que las leyes y la fiscalía atrapen a estos troles virtuales, son inevitables más suicidios, asegura. Por ahora, «el ciberacoso solo para cuando la víctima muere«.

Por: Agencia