viernes, noviembre 8

Persiste inestabilidad eléctrica en Maracaibo este 26-S

Diario La Verdad - Fallas eléctricas en Zulia podrían ser por un nuevo 'saboteo'

El sábado concluyó con un apagón general que afectó la Costa Occidental del Lago de Maracaibo, que incluye nueve municipios de la entidad, luego de un día en el que las fluctuaciones y apagones fueron los protagonistas.

Este domingo no pinta diferente. Desde muy temprano ya varias zonas de Maracaibo reportaban fluctuaciones y a otras se les volvió a suspender el servicio. En redes sociales los usuarios expresan descontento porque no se conoce los motivos reales de las constantes fallas.

A las 9.16 de la mañana de este domingo ocurrió la primera fluctuación en toda Maracaibo, a las 10.54 la segunda, en esta oportunidad para el sur de la ciudad, donde tras la falla de la noche del sábado el servicio se restituyó a las 2.00 de la madrugada aproximadamente, varios sectores quedaron nuevamente sin electricidad.

La noche de ayer tanto el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, como el gobernador Omar Prieto, se pronunciaron sobre la situación eléctrica sin embargo, ninguno dio detalles de qué generó la falla.

Prieto asomó que se trataría de un “sabotaje” mientras tanto, los marabinos solo manifiestan estar “cansados” y temen por sus electrodomésticos.

“Ya mi aire lo perdí por este descontrol que tienen y solo se siguen escudando en Twitter. Salgan a explicarle al pueblo un verdadero plan de acción que deje ver mejorías en un tiempo”, exigió Dianne, habitante del oeste de Maracaibo.

Jesús Zambrano, habitante del sector Sabaneta, en Maracaibo, contó que tras el segundo bajón de ayer sábado la nevera de su casa se dañó.

«Menos mal que la carne y el pollo la guardamos en el freezer, pero hay cosas que no se pueden guardar allí. ¿Dónde la vamos a guardar ahora?», señaló Zambrano.

Recordó que está es la segunda vez que se daña la nevera por la misma razón.

«El protector hace su trabajo. Pero son tantos y tan constantes que los protectores no aguanta», aseguró.

Por: María Gabriela Villalobos