Medios colombianos confirmaron 19 días después el suicidio de Edwin Soto Nava, alias el «Mocho Edwin», quien fungió como pran de la cárcel de Sabaneta, luego que la muerte del nacido en Maracaibo se conociera por estados de Whatsapp.
Soto Nava se lanzó de un apartamento ubicado en el piso seis de un edificio de Ciudad Salitre, ubicado en una lujosa zona residencial de Bogotá el pasado 29 de agosto.
En ese momento se difundió que la policía llegó al lugar luego de recibir denuncias de parte de vecinos que en el apartamento el ruido era constante tras tres días de una fiesta que parecía no terminar jamás.
La presencia de los oficiales habría generado que Soto Nava decidiera lanzarse.
Noticias Caracol confirmó que el suicidio, era uno más de los que normalmente se presentan en la capital colombiana, pero eso daría pie a una investigación profunda que devela una trama corrupta con documentos de identidad en el vecino país.
La trama criminal
Un caso de suicidio en el occidente de Bogotá puso en evidencia un hecho que tiene en la mira a funcionarios de varias registradurías en el país: la obtención de cédulas de manera fraudulenta por parte de migrantes.
El susto que pasaron algunos residentes de un lujoso conjunto residencial en Ciudad Salitre era el preámbulo de una novela sobre la historia de un criminal venezolano camuflado en Colombia.
El hombre se habría lanzado desde un sexto piso, al parecer, tras un altercado con su esposa. La Policía registró ese caso como uno más en la extensa lista de suicidios e identificó a la víctima como Damián Arturo de la Cava Iguarán, oriundo del municipio de Galapa, Atlántico.
Sin embargo, en Venezuela, los medios hicieron eco del suicidio e identificaron a la víctima como Edwin Soto Nava, alias «Mocho Edwin», reseña Noticias Caracol.
Este caso puso en evidencia lo que estaría ocurriendo con la cedulación ilegal de extranjeros en Colombia: mexicanos, dominicanos y especialmente venezolanos. Un migrante dio cuenta de lo que les cobran para conseguir una cédula, sin muchas preguntas y procesos.
“Por las afueras de Bogotá, en esos pueblos, cobran alrededor de 6 millones de pesos para sacar la cédula, si los paga bajo cuerda la tiene o si no para hacerlo legal es un proceso realmente”, aseguró el migrante a Noticias Caracol.
Seis millones de pesos serían unos 1.500 o dos mil dólares. Richard Poveda Daza, investigador y analista de documentos consultado por las autoridades colombianas, explicó cómo es el procedimiento que se realiza cuando el migrante opta por la cédula ilegal.
“Primero tramita un registro civil y ese registro lleva información falsa, se cambian los nombres, fechas y se presentan con testigos que hacen afirmaciones falsas y con esa información, pues el registrador termina expidiendo el documento”, señaló el investigador.
La Fiscalía, el Ejército y Migración Colombia han descubierto varias redes que logran sacar cédulas para ciudadanos de varios países.
Según las autoridades, se han investigado 15 registradurías por estas cedulaciones, entre ellas está la de Galapa donde se expidió la que le encontraron a alias ‘el Mocho Edwin’ y donde, al parecer, desaparecieron los registros de cedulación de 76 venezolanos.
Detrás de estas organizaciones hay redes completas que no solo expiden cédulas a supuestos delincuentes o a quienes no cumplen requisitos, sino también documentos a traficantes de personas, o de menores de edad.
“Tenemos casos de niñas que pasaban de 14 años a 18 años en el registro civil para sacarlas con el fin de explotación sexual”, indicó Alexander Vega, registrador nacional.
La Registraduría y la Fiscalía no solo busca ahora a quienes se cedularon ilegalmente, sino a aquellos que participaron en el fraude desde dependencias del estado.
Según el registrador nacional, Alexander Vega, las irregularidades para la cedulación de extranjeros en Colombia nacieron con el fenómeno migratorio del 2014.
“Cuando ingresaron al país muchos venezolanos que aducían que eran de padres colombianos se obtenía la nacionalidad con solo dos testigos, testigos que en ese momento no fueron corroborados, testigos que son renuentes, testigos que son falsos y sobre todo testigos que aparecen reiteradamente en muchos registros civiles”, indicó el funcionario.
Pero no solo es el cartel de los testigos, en esta operación ilegal también se investiga a un buen número de funcionarios.
“Es lamentable para mí que unos pocos funcionarios y no solo de la Registraduría, también notarías se prestaron para esta situación”, dijo Vega.
Con los falsos documentos, los falsos testigos y la complicidad de funcionarios se han expedido miles de cédulas, muchas de las cuales están ya en la mira del registrador.
“Aproximadamente estamos revisando 300 mil registros civiles donde presuntamente hay falsedades que se obtuvieron ilegalmente la nacionalidad colombiana y obviamente la cédula de ciudadanía”, señaló.
Cerca de 50 mil de esas cédulas serán anuladas. Pero más allá de la falsedad, la preocupación es que muchos delincuentes, obtuvieron nacionalidad colombiana.
“Tenemos casos de narcotraficantes venezolanos de reconocido en Venezuela y que cambiaron su identidad aquí en Colombia y portaban las cédulas colombianas” anotó.
Muchos de estos documentos se han usado para obtener visas de Estados Unidos y además de venezolanos, dominicanos y mexicanos. Se investigan irregularidades en cédulas entregadas a ciudadanos de Siria y Cuba, concluye la investigación realizada por Noticias Caracol.
Por Agencia