El marabino Julio Hoyte llegó, después de su salida de Maracaibo el día 8 de enero en una bicicleta, hasta Barquisimeto para hacer un pedido especial en su día a la virgen de la Divina Pastora.
El cicloviajero como es conocido contó, en contacto telefónico a Foco Informativo, que desde el año 1991 está recorriendo la geografía de Venezuela, hasta los actuales momentos ha visitado 22 estados, pero este mes decidió hacerlo en compañía de la Divina Pastora, donde realizó un recorrido de 356 kilómetros.
El marabino señaló que su catolicismo fue inculcado por sus padres que desde niño le mostraron la devoción a los santos y a las vírgenes, y hace muchos años tenía el deseo de estar en una de las devociones marianas más grande del país, por alguna u otra razón no se habían dado las condiciones, pero esta vez ya «me tocó. Como ya tengo una condición física, porque ya yo le di la vuelta a Venezuela pedaleando, entonces yo dije no, ahora sí voy».
«Vengo a solicitar en su casa una petición para un milagro. yo lo estoy haciendo totalmente distinto a como normalmente hace la gente que pide un deseo en su casa y luego que la virgen cumple la promesa, es que pagan, yo hago el sacrificio previo a mi petición para que me sea concedida la intervención celestial», señaló
Con respecto a la construcción de su vehículo indicó que él ya tenía la carreta lista donde trasladó la imagen, porque en la segunda etapa dándole la vuelta a Venezuela la realizó, para poder llevar todo el equipaje, y no cargarlo encima. De esa manera la bicicleta tuviera mejor estabilidad, pero en esta oportunidad decidió hacerle unas modificaciones, «ponerla más bonita, más coqueta, darle un toque de calidad con más detalles, más lustrada, más presentable, para llegar a las festividades de gala».
Durante todo el recorrido la imagen nunca salió afectada, el acrílico la protegió, era impresionante la cantidad de personas que durante el camino voluntariamente se le acercaban para ayudarlo con agua, pan, hidratación, alimentos, y aprovechaban para «darme peticiones, que yo se las llevara hasta Barquisimeto».
El padre de dos hijos reseñó que hacía sus paradas reglamentarias para poder descansar, tomar fuerza y volver a pedalear. Con respecto al clima señaló que tuvo una excelente condición «entre buen sol, a veces nubladito que ayudó bastante».
Durante el relato recordó su traslado hacía la isla de Margarita en el año 2021, donde viven sus dos hijos adolescentes que él quería visitar, pero como entró la pandemia era muy difícil la situación, entonces decidió irse en las dos ruedas.
«Eso me impulsó para reencontrarme con ellos, como estaba la retención, que no había nada, entonces decidí ir a ver a mis hijos, porque yo ya tenía tres años sin poderlos ver, desde ahí fui bautizado cicloviajero, después de ese recorrido«, dijo.
A las 4.00 de la tarde de este sábado está a las espera de otros compañeros de Maracay y Valencia en el peaje Cardenalito, ubicado a una hora de Barquisimeto para entrar todos juntos a la ciudad.
Por Edgard Bolívar