Por estos lados del mundo, sobre todo al norte de Suramérica, en la Venezuela de la diversidad festiva de los meses de fin de año, pero particularmente en el Zulia, diciembre nos permite imaginar, proyectar, reencontrarnos en la alegría del compartir en familia o entre amigos y, por qué no, hacer ejercicios de imaginación para el análisis de lo vivido en los últimos 730 días, 10 horas, 98 minutos y 24 segundos que es la duración exacta de dos años según las investigaciones.
2020 y 2021 trascurrieron casi como un solo año, sin tiempo a nada; la presencia del COVID-19 a comienzos del año pasado en el Zulia nos obligó a enfrentar retos casi en cada de segundo del día a día y nos hizo reacomodar toda nuestra rutina para sortearlos y salir adelante buscando entender la nueva normalidad, pero sobre todo para dar la batalla por la salud y la vida.
Lejos están de estos propósitos quienes aún escriben desde las vísceras entre gallos y medianoche a kilómetros de nuestra tierra y otros muy cerca de aquí, para llenar las redes y otros medios con mensajes insistiendo en posiciones de intriga y divisiones. No pasarán.
Las zulianas y los zulianos vencimos juntos las incomodidades propias de los ataques a los sistemas de servicios públicos, particularmente al sistema eléctrico, intervenido por manos inescrupulosas que nos dejaron a oscuras gran parte del mes de diciembre de 2017, incluyendo la noche del 24 y una buena parte del 31. El Zulia fue una especie globo de ensayo para lo que sería el mega ataque a los sistemas de generación de la Central Eléctrica “Simón Bolívar” en la represa del Gurí durante el mes de marzo de 2018.
Si, esos episodios los vencimos con civismo e inteligencia las zulianas y los zulianos para mantener en paz nuestro lar, más allá de los gritos para quejarse en medio de la oscuridad señalando a algún responsable y con los temores ante las amenazas que aun acechan la salud de la humanidad con el coronavirus
Con ese mismo civismo e inteligencia del pueblo zuliano, vencimos en 2017 la guarimba propiciada por partidos de las oposiciones y algunos aliados que entre 2014 y 2017, quemaron gente en la circunvalación 1 de Maracaibo, asediaron casas de resguardos de adultos mayores, preescolares, hospitales; causaron el peor ecocidio urbano que conozca el mundo, quemaron mascotas (como olvidar el caso del entonces Director de la Orquesta sinfónica de Maracaibo, que lo intentaron quemar a él y a su perro) y destruyeron mobiliario público, entre otros episodios de terror, con la venia de los mismos que hoy regresan a posiciones de Gobierno y hasta tienen representantes en el CNE.
Recuerdo la anécdota de un amigo que me dijo: “Los guarimberos hasta prohibieron besarse el Día de los Enamorados y sacaron a la gente de los restaurantes de los alrededores de Plaza República (Trascurría la guarimba en febrero de 2014 en Maracaibo). Como olvidar la frase de la entonces alcaldesa de Maracaibo cuando dijo que esos guarimberos o destructores eran “como sus hijos”.
Logramos la paz en nuestra entidad venciendo esos ataques que aún no cesan a escasos 10 días de finalizar este periodo 2020-2021. Temas como el suministro de gasolina que en el peor momento de la pandemia y ataque a las refinerías, también los abordamos juntos y organizados con la participación de todos los sectores del quehacer zuliano; la gesta está documentada, con fotografías, videos, mensajes, testimonios, cuentas en redes sociales y cartas entre otros elementos. Capítulo aparte merecen las y los periodistas, camarógrafas y camarógrafos, locutoras y locutores, fotógrafas y fotógrafos, comunicadoras y comunicadores, del estado Zulia sin distingo de ningún tipo que fueron parte fundamental en la organización y construcción de los mensajes adecuados para mantener informada a la comunidad zuliana y organizarla en el combate a la pandemia y la atención en lo social, hasta hacernos referencia de unión a nivel nacional.
Gracias zulianas y zulianos, somos un pueblo heroico y tenemos la gran responsabilidad juntos de consolidar nuestro objetivo estratégico de preservar la paz lograda en unidad en los últimos cuatro años, e impulsar todas las iniciativas de nos lleven por el camino definitivo de la prosperidad para recuperar el estado de bienestar socialista, afectado por quienes insisten en alentar las sanciones y las agresiones contra el pueblo. Gracias porque hemos demostrado que con inteligencia y civismo podemos defender la tranquilidad de nuestras familias a lo largo y ancho de la tierra de Urdaneta y desde aquí a todo el territorio nacional.
Gratitud, paz, salud y prosperidad, Felices fiestas.
Por: Juan García / Periodista y diputado de la Asamblea Nacional