Ucrania hará este sábado un nuevo intento para evacuar a los civiles de Mariúpol (sureste), en gran parte controlada por el ejército ruso, mientras los llamados a una tregua con motivo de la Pascua ortodoxa parecían haber caído en saco roto.
«Hoy volvemos a intentar evacuar a las mujeres, los niños y las personas mayores«, dijo en su cuenta de Facebook la vice primera ministra ucraniana, Iryna Verechtchouk, añadiendo que los civiles habían empezado a reunirse cerca de un centro comercial de la ciudad.
Este nuevo intento para evacuar Mariúpol ocurre un día después de que un alto cargo militar ruso dijera que «la segunda fase de la operación especial» – como Moscú denomina a su invasión de Ucrania – acababa de comenzar.
Rusia prioriza ahora «establecer un control total sobre el Donbás y el sur de Ucrania«, dijo el viernes Rustam Minnekayev, subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia.
De ese modo, agregó, se establecería «un corredor terrestre» entre los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, en la región oriental del Donbás, con la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
La conquista del sur de Ucrania permitiría además ayudar a los separatistas de la región moldava de Transnistria, «donde también observamos casos de opresión de la población de habla rusa«, afirmó el oficial, levantando preocupación en Moldavia.
Ucrania, que ha recibido en los últimos días sustanciales ayudas militares de los países occidentales, continúa asegurando que puede rechazar el avance ruso, pero reclama también una tregua durante la Pascua ortodoxa. Pero según su presidente Volodimir Zelenski, Moscú la rechazó.
En su habitual discurso del viernes por la noche, Zelenski dijo que los comentarios del general ruso eran una clara articulación de los objetivos de Moscú.
«Esto sólo confirma lo que ya he dicho en múltiples ocasiones: La invasión rusa en Ucrania sólo es un comienzo«, dijo.
Corredores humanitarios
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y el papa Francisco habían solicitado un cese de hostilidades por la Pascua ortodoxa después de casi dos meses de conflicto que han dejado más de cinco millones de exiliados y siete millones de desplazados internos, el mayor éxodo en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
También la Iglesia ortodoxa ucraniana, dependiente del patriarcado de Moscú pero distanciado de él por la guerra, pidió una tregua y su líder, el metropolito Onufriy se ofreció a «organizar una procesión» para «aportar ayuda de urgencia y evacuar a los civiles«.
En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió el viernes, en una llamada con el presidente ruso Vladimir Putin, corredores humanitarios en Mariúpol, asediada desde hace casi dos meses.
Pero el Kremlin aseguró que es Kiev quien no permite la rendición de los últimos soldados ucranianos atrincherados en el complejo industrial Azovstal de esa ciudad, cercado por las tropas de Rusia.
«La vida de todos los militares ucranianos, combatientes nacionalistas y mercenarios extranjeros se preservará si deponen las armas (…) Pero el régimen de Kiev no autoriza esta posibilidad«, dijo Putin según un comunicado del Kremlin.
Ucrania afirma que cientos de sus tropas, así como civiles, están atrincherados en la planta. Kiev ha pedido repetidamente un alto el fuego para permitir que las mujeres, los niños y los ancianos sean evacuados.
El ministerio de Defensa ruso dijo que estaba dispuesto a observar una pausa humanitaria si las tropas de Kiev se rendían.
Y el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko, advirtió que «el éxito de la ofensiva rusa en el sur depende del destino de Mariúpol«.
«Crímenes de guerra»
En los alrededores de esta ciudad, a orillas del mar de Azov, la firma estadounidense de imágenes por satélite Maxar Technologies difundió el viernes fotografías que, según ella, muestran dos grandes fosas en las localidades de Manhush y Vynohradne.
Estas revelaciones ocurrieron en una jornada en que la ONU, cuyo secretario general viajará la próxima semana a Moscú y Kiev, advirtió de posibles «crímenes de guerra» rusos en Ucrania.
En la noche del viernes al sábado, los canales de información ucranianos no dieron parte de la activación de ninguna alerta por bombardeo en todo el país, algo inusual, pero no se observó ninguna baja notable en el número de ataques reivindicado por el ejército ruso.
En Járkov (este) los habitantes vivieron otra noche de terror. «No pudimos dormir, pasamos toda la noche en un pasillo«, contó a la AFP Yelena, una madre de familia.
Con tregua o sin ella, el conflicto se espera largo. El primer ministro británico Boris Johnson consideró «realista» que la guerra se extienda hasta finales de 2023. Y Estados Unidos invitó a 40 países a una reunión en Alemania el martes para discutir las necesidades a largo plazo de seguridad de Ucrania.
Por: Agencia