Giancarlo Stanton y Aaron Judge anestesiaron temprano a Cleveland con un par de jonrones y los Yanquis de Nueva York se impusieron el martes 5-1 ante los Guardianes en el quinto juego de la serie divisional de la Liga Americana para citarse otra vez con Houston por el cetro del circuito.
El mánager de los Yanquis Aaron Boone ganó su apuesta al recurrir a Néstor Cortés como abridor con tres días de descanso en lugar de Jameson Taillon, un cambio de planes precipitado cuando la noche lluviosa del lunes utilizó una postergación.
“Lo de Néstor es cosa de leyenda”, dijo Boone. “Sabía que estaba físicamente en buenas condiciones. Si hubiéramos tenido que jugar anoche, seguramente iba a tener un rol importante para nosotros”.
Por el contrario, el piloto de Cleveland Terry Francona no se apartó del libreto original al mantener a Aaron Civale como abridor en vez del como Shane Bieber.
Civale llegó descontrolado y los Guardianes nunca pudieron recuperarse luego que Stanton disparó un cuadrangular de tres carreras tras apenas 21 lanzamientos. Civale se fue a las duchas de inmediato tras sacar tan sólo un out.
Stanton aumentó al añadir un jonrón solitario en el segundo.
Cortés dominó al lanzar pelota de tres hits en cinco entradas, acreditándose la victoria.
“No tenía nada que perder. Soy alguien al que le ha tocado pasar momentos malos”, dijo el zurdo cubano. “Para mí, esto es nada más que la cereza del pastel”.
Beneficiados con una jornada extra de descanso, Jonathan Loáisiga, Clay Holmes y Wandy Peralta completaron el resto de una faena de cinco hits.
Los más de 48.000 aficionados en el Yankee Stadium celebraron cuando Myles Straw bateó un rodado hacia el torpedero Isiah Kiner-Falefa, quien cedió al segundo base Gleyber Torres para decretar la final.
Torres imitó a mecer un bebé. Fue una mofa a Josh Naylor, el toletero de los Guardianes que hizo el gesto al recorrer las bases tras conectar un jonrón ante Gerrit Cole en el cuarto partido.
“Fue una falta de respeto”, dijo el infielder venezolano sobre Naylor. “No sólo hacia Cole, sino para todo el equipo. Nos desquitamos. Ahora podrá ver por televisión la próxima serie”.
Nueva York volteó un déficit 2-1 en la serie al mejor de cinco encuentros. Luego del desplome de su bullpen la noche del sábado en Cleveland, los Yanquis se llevaron los siguientes dos partidos y ahora se las verán contra Houston en un duelo de titanes.
“Tenemos aviones. Ahora toca una tremenda serie desde mañana”, dijo Judge.
Taillon abrirá la noche del miércoles en el primer juego de la serie de campeonato en Houston, que tendrá a Justin Verlander en el montículo. La pulseada por el título de la Americana tendrá a los dos mejores clubes de la temporada regular, los Astros con sus 106 victorias frente a los Yanquis con 99. Todo un contraste con el choque de la Nacional entre San Diego y Filadelfia, ambos comodines.
“El desafío es que vamos contra un equipazo. En cuanto a que es inmediato, no pasa nada”, dijo Boone. “Así es el béisbol. Lo hacemos todo el tiempo. Vamos a llegar con una buena dosis de confianza. Sabemos que estamos descansados y listos. Estamos preparados para el desafío”.
Los Astros superaron a los Yanquis en una serie de campeonato que se fue a siete partidos en 2017, y también en seis juegos en 2019. Houston terminó conquistando su primer campeonato de la Serie Mundial en 2017, aunque después se destapó el escándalo de que usaba una cámara para comunicar los lanzamientos del equipo rival a sus bateadores.
En busca de su 28vo campeonato y primero desde 2009. Nueva York podría perder al jardinero izquierdo Aaron Hicks en la serie contra Houston tras sufrir una lesión en la rodilla izquierda al chocar con el torpedero novato Oswaldo Cabrera en la tercera entrada.
Fue otro resultado adverso para Cleveland en la postemporada.
Los Guardianes, el equipo más joven de las Grandes Ligas utilizaron de acabar con la sequía sin campeonatos más largos del béisbol en su primer año con un nuevo nombre. No se consagran campeones absolutos desde 1948.
Con 17 jugadores que debutaron en las mayores esta campaña, los Guardianes tendrán un futuro brillante por delante, amén de tener atado a su astro José Ramírez hasta 2028.
“No tengo la más mínima idea de lo que nos deparará el año próximo”, dijo el mánager de Cleveland Terry Francona. “Aunque no pudimos alcanzar el objetivo final, ha sido un excelente años. Se dieron muchas cosas que la gente no se esperaba. El futuro depende de nosotros. Tendremos que hacerlo mejor”.
Cleveland quedó con marca de 1-8 en juegos de vida o muerte en los playoffs, perdiendo los últimos ocho tras ganar el primero en la serie divisional de 1997 contra los Yanquis. La racha comenzó con la derrota en 11 entradas en el séptimo juego de la Serie Mundial de ese año contra los Marlins en Florida.
Verse abajo tan temprano sacudió a los Guardianes, que no pidieron la revisión en el cuarto inning cuando Andrés Giménez superó a Anthony Rizzo en la carrera para tocar la primera base.
“Se nos agotó el tiempo”, explicó Francona al explicar el motivo.
Ramírez produjo la solitaria carrera de Cleveland con un elevado de sacrificio en el tercer episodio tras un sencillo de Steven Kwan por la raya del jardín izquierdo, la jugada que usó la lesión de Hicks.
Por: Agencia